La llamada de auxilio de María Pardo: "¿qué quieres, una hija o una medalla?"
22 años después de su retirada de la gimnasia rítmica, recibe el premio Torrelaveguense Ilustre del grupo Quercus
Santander
En ‘A Vivir que son dos días Cantabria’ hablamos con la ex gimnasta, María Pardo, que, el próximo viernes 15 de febrero, recibirá el Premio Torrelaveguense Ilustre que concede el grupo de opinión Quercus.
Un reconocimiento que le llega 22 años después de su inesperada y polémica retirada de la élite de la gimnasia rítmica, cuando solo faltaban dos meses para los Juegos Olímpicos de Atlanta.
Tras meses de constante presión, diez horas diarias de entrenamiento, y una dieta espartana que le generaba mucha ansiedad, María llamó a su madre y le dijo: “¿qué quieres una hija o una medalla?”…
De esta forma, y con apenas 17 años, puso fin a una brillante trayectoria deportiva con varias medallas en su haber, tanto en el Europeo de Praga como en los mundiales de Viena y París.
Entrevista María Pardo, ex gimnasta
19:07
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El abandono de María Pardo causó revuelo y puso en tela de juicio el exigente método de entrenamiento, sobre todo en lo referente a la alimentación de las gimnastas, de la entonces seleccionadora del equipo olímpico español.
22 años después, María nos cuenta cómo vivió esa experiencia, cómo siguió por la televisión los Juegos de Atlanta en los que sus compañeras se proclamaron, por primera vez, campeonas olímpicas.
Afirma con rotundidad que no se arrepiente de la decisión que tomó y que se alegra de que, hoy en día, la gimnasia rítmica haya tomado otro rumbo.
“La gimnasia española ha cambiado, se aplican otros métodos de entrenamiento y las gimnastas aguantan hasta edades más avanzadas”, asegura María, quien cree que es de justicia reconocer que, ahora, se están haciendo las cosas bien.
Actualmente, sigue vinculada a una disciplina que le apasiona, es entrenadora de la Escuela Municipal de Gimnasia Rítmica de Torrelavega y también imparte clases en varios colegios.
Lo que hace 22 años, algunos pudieron interpretar como un signo de debilidad fue, en realidad, una muestra de valentía y fortaleza. María no consiguió el oro olímpico, pero recuperó la vida de una adolescente de 17 años…