Los animales de compañía, nuestros compañeros fieles

Palencia

Cuando decidimos tener un animal en casa, nos llena de alegría. En ocasiones nos ha sido muy difícil tenerlos y estamos impacientes esperando su llegada. En ocasiones los regalamos porque creemos que a los demás les va a ilusionar tanto como a nosotros.

Cuando llegan a casa son el centro de atención, les damos todo nuestro cariño y ellos nos devuelven mucho más. Cuando alguien de la familia está enfermo no se separan de nuestro lado, o cuando llegamos a casa te reciben con alborozo, cariño y alegría.

Pero qué ocurre cuando tener un animal solo ha sido un capricho pasajero. Entonces nos es muy complicado darle ese cariño, esos cuidados que necesitan, se convierten en un estorbo. En el mejor de los casos, les buscan una familia, o los llevan a las protectoras. Pero la cruda realidad es que les abandonan o les sacrifican de una manera nada deseable.

Por favor, en Navidad o por los cumpleaños, un animal nunca puede ser un regalo. Un animal sólo se regala si realmente vamos a ser consecuentes con lo que significa tener un animal, y los cuidados que necesita.

Os recomiendo tener un animal en casa, es muy bonito, te adoran y siempre están contigo, pero lo dicho, de manera responsable.

Acabada la temporada de caza en febrero, es el mes por excelencia del abandono de galgos, y durante todo el año, de perros de caza. Ya no les sirven a sus dueños para cazar, les arrancan el chip, les abandonan o les sacrifican. Es una realidad que hay que intentar cambiar.

Las protectoras conocedoras de esta situación, hacen todo lo posible, para que estos perros encuentren nuevos hogares, hasta con la adopción internacional, pero nunca es suficiente. Las protectoras tienen sus instalaciones llenas y les es difícil encontrar hogar para todos.

Os animo a acercaros a la protectora si realmente queréis compartir vuestras vidas con un animal y poderle adoptar. O si os es imposible adoptar, echarles una mano sacándoles de paseo, o con acogimientos temporales cuando la situación así lo requiera. Es una experiencia realmente gratificante.

Os lo digo desde el conocimiento de tener animales en casa, un perro y un gato que se adoran. Una tortuga y un pájaro que son más intendentes. Realmente el cariño que los animales nos dan no se puede definir con palabras, os animo a que lo experimentéis personalmente.

¡No les abandonemos!, ¡no permitamos el maltrato animal!