No falla el sistema, fallan las personas
El presidente de la Audiencia Provincial reconoce que no lograron que se obligara a El Quintas a llevar una pulsera de seguimiento cuando salió en libertad condicional en 2017

El Presidente de la Audiencia Provincial, Jesús Pérez Serna, toma la palabra durante un juicio / CADENA SER

Zamora
Tras el reconocimiento de los tribunales a las secuelas que sufre la mujer víctima de la última violación de Manuel Martínez Quintas, “El Quintas”, en 1997 (asunto que trae inevitablemente la analogía con reciente caso del asesinato y violación de la joven profesora Laura Luelmo en Huelva) y ante la desazón ciudadana y el cuestionamiento del sistema, el presidente de la Audiencia Provincial, Jesús Pérez Serna estima que “hay que pensar que el sistema no falla, que lo que falla es la persona”.
Más información
El presidente de la Audiencia Provincial, que accedió a emitir su opinión ponderada a la Cadena Ser en este controvertido episodio, razonó que “el sistema prevé una pena determinada para un determinado hecho. Pena que se considera suficiente, proporcionada y adecuada para la rehabilitación del autor y su incardinación en la sociedad”.
“A partir de ahí hay casos, escasísimos y muy particulares”, enfatizó, “en los que por la personalidad del autor puede existir un riesgo, pero no más que en condiciones normales”.
Tras salir de la prisión de Lugo en 2017, 20 años después de la violación que llevó a cabo a punta de pistola en los Pisones, “El Quintas” se refugia en Portugal (tal como hoy publica El Norte de Castilla), y no tiene dispositivo de seguimiento.
Jesús Pérez Serna señala que, si bien no tiene un dispositivo de seguimiento, sí está sujeto a cierto control. “La policía está pendiente de esta persona, sobre todo en Zamora” a donde tiene prohibido pisar hasta que se cumplan 5 años desde su salida en libertad condicional, lo que se cumpliría en 2022.
Jesús Pérez Serna recuerda que la Audiencia Provincial de Zamora intentó que se colocara a “El Quintas” un dispositivo especial de seguimiento (una pulsera) por su gran peligrosidad, pero “en ese momento se nos dijo que sólo estaba previsto para autores de violencia de género”.




