Espantada por una cámara
Responsables de SACyL en Burgos suspenden una reunión con los trabajadores del Centro de Salud de Roa debido a una concentración pacífica y la presencia de la prensa
Roa
Más de un centenar y medio de vecinos de Roa y localidades de su entorno eran testigos de la espantada que protagonizaban responsables de la Gerencia de Salud de Burgos, que se habían citado a las nueve de la mañana con los trabajadores del ambulatorio de esta localidad y se han encontrado a la puerta del edificio con esta concentración y con algunos medios de comunicación haciendo su trabajo. La alcaldesa se veía obligada a pedir que se disolviera la protesta para no tener que suspender la reunión. “Nos han pedido que nosotros nos fuéramos y se fueran las cámaras también, porque mientras estemos aquí ellos no van a venir a esa reunión de trabajo”, explicaba Carmen Miravalles.
Lo cierto es que este encuentro no hubiera debido bajo ningún concepto aplazarse, teniendo en cuenta las graves deficiencias que sufre este centro de salud, que tiene adscritos 28 pueblos.
Los vecinos que volvían a concentrarse detrás de la pancarta ‘Sanidad digna ya’, coreaban consignas como “aquí hace frío, dentro más”. Y es que a la carencia de facultativos, el mal estado de las instalaciones, pese a las reformas efectuadas desde su construcción hace más de 32 años, las plagas de cucarachas, la falta de agua potable, se suma desde hace unos días una avería en la calefacción que dificulta todavía más las consultas. “Ayer estuvo el servicio de pediatría aquí y los niños no se podían desnudar, porque hacía más frio dentro que fuera”, denuncia una manifestante, Nuria Chicón, que, aunque es consciente de que las carencias sanitarias es un mal que afecta a todos los pueblos y ciudades, entiende que en Roa la situación es especialmente lamentable. “El otro día una mujer se debió de llevar un sofocón o algo y no pudieron darle un vaso de agua; tuvo que ir su marido al bar de al lado”, añade esta portavoz.
Finalmente y aunque la concentración se disolvió al escuchar a la alcaldesa y no quedó tampoco rastro de la prensa, la reunión se suspendió y los responsables de SACyL dijeron a los trabajadores del centro de salud que lo que querían plantearles lo hicieran por escrito.
Carmen Miravalles considera que este episodio es otra muestra más de la falta de voluntad política de SACyL de abordar los graves problemas sanitarios. “En este caso no eran políticos, porque la Dirección Médica y el coordinador de esta zona básica de salud, creo que serán funcionarios, pero es igual: la voluntad no sé donde está”, lamenta la alcaldesa, que considera muy decepcionante “que se hayan asustado de ciudadanos que están pidiendo sus derechos y de la prensa”. Miravalles añade que lo único que se pretendía con esta concentración es “apoyar a los trabajadores del centro de salud y defender nuestra sanidad”.