Construcciones Ramón García despide a siete trabajadores sin poder pagar indemnizaciones
En las cartas de despido arguye pérdidas de 773.676,45 euros en 2017 y de 338.752,12 en 2016

Getty Images

Palencia
Una de las constructoras y promotoras más conocidas de Palencia, Construcciones Ramón García, con sede en la Avenida de Manuel Rivera de la capital, ha entregado a siete de sus trabajadores la carta de despido objetivo individual, lo que supondría un montante de indemnización de más de 100.000 euros. Sin embargo, la empresa no ha abonado cantidad alguna en concepto de indemnización ya que las causas alegadas para los despidos son económicas. Manifiesta que no dispone de liquidez. En las cartas de despido a las que ha tenido acceso Radio Palencia de la Cadena SER, la empresa constructora afirma que en el último ejercicio económico cerrado, el de 2017, perdió 773.676,45 euros. En el año 2016, el resultado negativo ascendió a 338.752,12 euros. Es decir, en dos ejercicios Construcciones Ramón García dice haber perdido algo más de 1.112.000 euros.
La medida de la empresa supone la extinción de todos los contratos de trabajo del personal que se encontraba en obra. Se mantienen tres trabajadores para labores administrativas y comerciales, fundamentalmente para búsqueda de nueva obra. La extinción de las relaciones laborales tiene efecto con fecha de este lunes 11 de febrero. A la situación económica de la empresa se añade que en enero de 2019 ha finalizado una obra de derribo en la Calle Mayor de Palencia, según se especifica en las cartas de despido. La constructora especifica la indemnización que le corresponde a cada trabajador, en total unos 100.000 euros, para luego señalar que no puede pagar.
La empresa esgrime el artículo 52 del Estatuto de los Trabajadores. Dado que la decisión extintiva se fundamenta en causas económicas, no se puede poner a disposición de los despedidos las correspondientes indemnizaciones, sin perjuicio del derecho que les asiste de exigir su abono cuando tenga efectividad la decisión extintiva. En julio de 2017, ante la falta de trabajo pero en previsión de que pudiera comenzarse alguna nueva obra, la empresa se vio obligada a presentar ante la autoridad laboral un Expediente de Regulación Temporal de Empleo de suspensión de 180 jornadas. Una vez finalizado el ERTE, en enero de 2018, la situación productiva de la empresa no había mejorado y seguía sin previsión de inicio de ninguna otra obra.




