Los tapices de la Aguilera ya tienen su declaración BIC

Aranda de Duero

Las sargas o tapices sobre la vida de San Pedro Regalado que alberga el convento de la Aguilera han sido declaradas BIC con categoría de colección de bienes inmuebles.

Lo ha aprobado el Consejo de Gobierno de la Junta en su reunión de este jueves 14 de febrero. La administración regional indica que se trata de un conjunto de 15 pinturas sobre tela de lino con ligamento de sarga, que representan iconográficamente, cada una de ellas, una escena de la vida de San Pedro Regalado. Fechadas en el siglo XVIII, la colección presenta una estética barroca y las características propias del ideario de la Orden Franciscana: la humildad y la pobreza. “La colección de sargas del Convento de la Aguilera constituye un relevante ejemplo de documento histórico y fuente de información directa sobre aspectos sociales de la época, además de ser una de las escasas colecciones realizadas sobre soporte de tela sargas, que han llegado hasta nuestros días en buen estado de conservación” indican desde la administración regional.

La pertenencia de las sargas de la colección a una misma época y a un mismo contexto, su similar tamaño y forma rectangular, la utilización de la misma gama cromática y materiales pictóricos y la repetición de similares elementos decorativos, definen y caracterizan esta colección como una producción en serie.

Según la información facilitada por la Junta esta colección de sargas es obra del pintor franciscano Diego de Frutos (Segovia 1700-Valladolid 1754). Una parte de ellas se encontraban en el desaparecido Convento de San Francisco de Valladolid. Posteriormente pasaron a formar parte de los fondos del Museo Nacional de Escultura de esta localidad. Tras ser restauradas por el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León, entre los años 2003-2004, fueron reubicadas en el convento de La Aguilera, cuyo convento es conocido como Santuario de San Pedro Regalado, ya que en él paso parte de su vida como fraile y en él se encuentra su capilla funeraria.

El acuerdo del Consejo de Gobierno indica que se denominan sargas un tipo de pintura al temple realizada directamente sobre la tela, sin más preparación que una capa de cola. “Con una larga tradición desde la antigüedad, esta técnica alcanza su mayor desarrollo en la Edad Media y sobre todo en el Renacimiento pero su utilización pervive en el siglo XVIII, en las llamadas colgaduras a modo de tapices, cortinas de cuaresma. La pérdida de su función, su fragilidad material y el propio carácter provisional para el que fueron concebidas, han determinado la escasez de ejemplos conservados de este singular patrimonio. En España, la pintura de sargas constituyó una importante especialidad dentro de la pintura y el oficio de los sargueros, que fue siempre muy valorado. El empleo de las sargas en España tenía, fundamentalmente, fines religiosos.”

La colección de sargas del Convento de La Aguilera representan a San Pedro Regalado con hábito franciscano negro o marrón, sandalias, bastón de caminante y sombrero de amplia ala colgado del cuello y a veces, portando un libro que podría ser un breviario o un libro de oraciones. “En ocasiones aparece acompañado de ángeles, resplandores, rayos o aureolas, tan característicos de la estética barroca, en el campo al lado de un río o junto a edificios conventuales, indicando su condición de fundador de los conventos de La Aguilera y El Abrojo. En este sentido, la sarga número 2: ‘Un toro se humilla ante el santo’, representa el encuentro de San Pedro Regalado con un toro que se había escapado de una corrida, aludiendo a su carácter de patrón de los toreros. La escena se desarrolla en el campo, al fondo se aprecia una ciudad que pudiera ser Valladolid y en el centro, el toro agacha la cabeza en el momento en que el santo le toca con la mano. Este encuentro del santo con el toro y la rendición de este último, fue una escena muy representada, por la gran afición existente a la tauromaquia a finales del siglo XVIII y en los grabados del siglo XIX.”

Características y técnica

Las quince sargas que componen la colección del Convento de la Aguilera se caracterizan por su gran tamaño, alrededor de 3,20 x 2,50 metros y presentan una variada gama cromática que, si bien generalmente presenta tonos apagados, en ocasiones se representa en tonalidades más vivas en rosas, verdes, azules y carmines. Las escenas se enmarcan con cenefas de motivos florales y vegetales, con medallones y rocallas en los ángulos y en los centros. Un elemento característico de esta colección es la gran cantidad de personajes representados, con las vestimentas de las diferentes clases sociales de la época, en un paisaje natural o arquitectónico, característico de un momento histórico y de la ideología de la orden franciscana, su amor a la naturaleza y los animales.