La supervivencia de la cementera de Gran Canaria, en manos de Puertos Canarios
La empresa propietaria planea solicitar una prórroga de la concesión del muelle industrial y asegura que no se plantea un cambio de ubicación que aleje la fábrica de la cantera
Las Palmas de Gran Canaria
Cementos Especiales de las Islas (Ceisa), empresa propietaria de la única fábrica de cemento que existe en Gran Canaria, asegura que hay margen de maniobra para que Puertos Canarios prorrogue la concesión del muelle industrial que gestiona en la zona de El Pajar, en Arguineguín.
El coordinador general del Grupo Ceisa, Claudio Piernavieja, asegura que la concesión caduca en 2022 y no dos años antes, como alega el Grupo Cordial y la familia del Castillo, que tienen intereses turísticos en la zona.
Piernavieja lo tiene claro: sin el muelle industrial que se alza a los pies de la fábrica, se verán obligados a cesar su actividad, ya que dos de los materiales utilizados para hacer el cemento llegan a través del mar. El tercero, sin embargo, procede de una cantera ubicada a apenas dos kilómetros, rica en reservas.
La cantera, el puerto y la fábrica, son las tres patas del proceso de creación de este material en la isla. El estar situados tan cerca, hace que el transporte de materiales se simplifique, un detalle con el que contaron los constructores del complejo, que comenzó a operar en 1957.
La fábrica genera 200 puestos de trabajo directos y 400 indirectos en todas las islas y confía en nutrir de material a la segunda fase de la carretera de La Aldea y la ampliación en 400 metros del dique de Reina Sofía, en el Puerto de La Luz y de Las Palmas. La facturación anual asciende a 30 millones de euros y tiene capacidad para generar 1,5 millones de toneladas de cemento, aunque en 2018 la cantidad ascendió a 300.000, lo supone un incremento del 5% respecto a años anteriores.