Apoyos en el largo camino de Arnedo

Logroño

La vida, a Álvaro Arnedo, le cambió casi completamente la temporada pasada. Saboreó en una temporada las mieles del éxito y el sinsabor de la que sin duda es la peor cara del deporte. Pasó de ser uno de los mejores del equipo a tener que ver los partidos desde la grada.

Y todo por un gesto, por una presión alta sobre un rival. Se quiso anticipar en un saque de banda, y la rodilla del Álvaro Arnedo se rompió. Aún recordamos su grito de dolor. Aquel maldito día de primavera en Gobela, en Guecho, ante el histórico Arenas, le trae desde entonces por el camino de la amargura.

Pasó por el quirófano, trabajó de sol a sol, y pudo volver a entrenar esta navidad con el resto de sus compañeros. Por el camino, el club le renovó su contrato hasta 2021. Cuando parecía que todo este mal trago llevaba a su fin, otro chasquido, otra mala sensación, la duda se cernía sobre esta rodilla. Qué sí, que no... Tres médicos y tres consultas después, hubo que abrir para ver qué pasaba de nuevo es esa rodilla. Y se confirmaron las peores noticias, que la plastia estaba rota. Había que operar de nuevo, y comenzar el proceso de recuperación.

La semana pasada operaron a Álvaro Arnedo. Ahora reposa en casa, no puede estar de pie ni tampoco sentado. Reposo total. Mientras tanto, con el fisio Miguel Moreno y la psicóloga María Aguirre analizamos cómo estas recaídas afectan a los deportistas profesionales y cómo se debe trabajar para volver a la actividad con más fuerza, si cabe.