84 maltratadores jienenses llevan un sistema telémático de control
El dispositivo comenzó a funcionar en 2009 y solo el año pasado se colocaron 21 unidades a otros tantos hombres
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Una pancarta reivindicativa durante una protesta contra la violencia machista. / Europa Press TV
Jaén
Un total de 84 maltratadores de la provincia de Jaén llevan un sistema telemático de control. Se trata de un dispositivo cuyo fin es conocer en que punto se encuentran con el fin de proteger a sus víctimas. El mecanismo comenzó a funcionar en 2009 y solo el año pasado se colocaron 21 instrumentos de este tipo según ha indicado la fiscal delegada de Violencia de Género sobre la Mujer, Gracia Rodríguez, en declaraciones a Europa Press.
Las personas que llevan este sistema están inmersas en diferentes procesos judiciales ya estén estos en fase de instrucción como en ejecución de sentencias emitidas por los Juzgados de lo Penal y de las secciones de la Audiencia Provincial de Jaén. También lo llevan los condenados que hayan incumplido de manera continua la pena de alejamiento y, además, la víctima no haya denunciado estos quebrantamientos, sino que los ha permitido.
De las 84 pulseras instaladas, 65 corresponden a maltratadores ya condenados mientras que los 19 restantes tienen sobre sí medidas cautelares o preventivas que han adoptado los diferentes juzgados de nuestra provincia. Estos dispositivos son un brazalete que emite una señal de radiofrecuencia, similar a un GPS, que bajo ningún concepto el hombre se puede quitar. Por su parte, las víctimas cuentan con otro sistema que les permite saber si su agresor está cerca.
"Un instrumento buenísimo"
La fiscal delegada de Violencia de Género sobre la Mujer, Gracia Rodríguez,ha definido este sistema como "un instrumento buenísimo" para contribuir a la seguridad de las víctimas. Sin embargo, asegura que están infrautilizadas ya que, de las 3.500 que hay en toda España, solo hay colocadas "unas mil".
Rodríguez explica que el brazalete permite consolidar el derecho de la víctima a su seguridad y, además, contribuye a su recuperación. De manera paralela, disuaden a inculpados y condenados por violencia de género y documentan los posibles quebrantamientos de condena. La fiscal reconoce que a algunas mujeres les resulta difícil convivir con la tensión que genera este sistema pero también destaca que "hasta el momento no se ha producido la muerte de ninguna mujer que esté utilizando este sistema" por lo que cree que es un instrumento que tranquiliza a las víctimas de violencia machista.
