De Cardoso, Wenger y Mohamed

Vigo

Los aficionados de la Premier suelen tirar de humor inglés en las crisis de su equipo para justificar las malas decisiones de su entrenador: "a nuestro entrenador se le está poniendo cara de Arsene Wenger". Bajo esa premisa irónica querían explicar el ocaso del técnico francés, al que el Arsenal aguantaba sí o sí por todo lo que le había dado. Les había dado tanto que, cada vez que sufrían los Gunners un descalabro, ni se planteaban el que no continuase como entrenador-manager. Pues ayer a Miguel Cardoso se le puso cara de Antonio Mohamed. En la rueda de prensa al finalizar el partido del Levante, si uno cierra los ojos y escucha atentamente su argumentario, parecería que el técnico argentino había encerrado a Cardoso en el vestuario y salió él,  o que se metió en el cuerpo del técnico de Trofa.

Ya la puesta en escena en el partido parecía "Mohamediana". Brais Méndez de delantero, Boudebouz debutando en una posición indeterminada, el cuestionado Juncá titular con Olaza comiendo pipas en la grada; Jozabed sentando a Lobotka partido sí y partido también, el apostar por los dos centrales más lentos de la plantilla para tapar a dos delanteros rápidos como Mayoral y Morales; o el esperpento de Aspas como el Cid Campeador con Apeh en casa. No pintaba bien la cosa.

Pero en la rueda de prensa, si uno cierra los ojos, podríamos estar ante Mohamed cuando aseguró Cardoso, a toro pasado, que puso a Brais de nueve porque sin Maxi y Aspas no tiene otra opción. Preguntado por Apeh, que él mismo abrazó la idea del club para que fuese el tercer punta, aseguró que es muy joven y que no está preparado para salir de cara en un partido así.

También recordó a Mohamed cuando aseguró que los extremos que tiene no son de largo recorrido y que son de recibir a la corta para romper regateando. Justamente la misma crítica cuando Tony se quejaba del perfil de los extremos que tenía, que a ninguno, salvo a Hjulsager, se le ocurría ganar línea de fondo para centrar teniendo a Maxi.

El juego con el estado de Aspas, el descargar en el cuerpo médico parte de la responsabilidad también recordó a la última fase de Mohamed. Si Aspas no estaba, igual podría haber otras soluciones para no perder 1-4 y si poder intentar jugarse el partido al 1-0 o al 0-1. Por ejemplo, con la defensa de 5 que sí funcionó en Getafe hasta que González Fuertes quiso. El Celta había ganado 1-2 en casa del Levante.

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El análisis bastante irreal del partido asegurando que el portero rival fue el mejor y que el equipo estuvo muy bien y que crearon incontables ocasiones de gol también nos recordó a Mohamed. Pero al de la última etapa cuando decidió no ser tan transparente como era. Sostenía Cardoso que el Celta perdió por pequeños detalles y por errores de los jugadores. Que si un error al bascular, que si un error de marca en el córner. Errores de los jugadores que costaron caro.

En definitiva, a Cardoso ayer en sala de prensa se le puso cara de Mohamed o incluso de Arsene Wenger.