Interior mejora los protocolos para valorar el riesgo de violencia de género
Pretende predecir la reincidencia, fomentar el aviso a la autoridad judicial en casos graves y poner el foco en el agresor
Palma
Reincidencia, aviso a la autoridad judicial y foco en el agresor. Son algunos de los objetivos que se pretenden lograr con la mejora de los protocolos de valoración policial del riesgo de violencia de género. Las mejoras en los pasos a seguir por parte de los agentes que atienden a las víctimas quiere acertar en la predicción de los casos susceptibles de derivar en una nueva violencia. El área del sistema de Seguimiento Integral de la Secretaría de Estado de Seguridad ha organizado en Palma una jornada de formación para explicar los cambios a la que han asistido cerca de 200 efectivos de Policía Nacional, Guardia Civil y Policía de Palma.
A pesar de que la jefa del área del Ministerio del Interior ha negado que los cambios de protocolo se deban a errores en las valoraciones de casos que han resultado mortales, aún permanece en el recuerdo de muchos los episodios de de violencia machista sobre Lucía Patrascu y Sacramento Roca, mujeres que fueron a denunciar a sus parejas poco antes de su asesinato. En ambos casos se ha investigado a los agentes que las atendieron y no les ofrecieron protección porque no apreciaron un riesgo inmimente de muerte sobre ellas.
La jefa de área, Marina Rodríguez, afirma que las conductas humanas son imprevisibles y en ocasiones es muy difícil pronosticar lo que puede ocurrir. Actualmente, los agentes disponen de un formulario informático en el que, mediante la introducción de determinados parámetros, se evalúa el riesgo de la víctima y se derivan las posibles medidas de protección.
Los cambios en el protocolo también pretenden incidir en los casos que puedan derivar en reincidencia y avisar a la autoridad judicial y fiscal de los expedientes que se consideren más relevantes. La intervención policial humana "es imprescindible" dice Rodríguez, para que la herramienta funcione. Y para ellos es necesaria la formación de los agentes. Las medidas actualmente se focalizan en las víctimas, pero sostiene que también es necesario mirar hacia el agresor.