Un radar móvil disuasorio

Aranda de Duero

El grupo socialista apuesta por la compra de un Multacar para el Ayuntamiento de Aranda. Dentro de la batería de propuestas que ha hecho pública el primer grupo de la oposición, plantea que la Policía Local se dote de esta unidad móvil, tomando nota de otros municipios, para mejorar la movilidad, la fluidez del tráfico y la seguridad. Por citar un ejemplo cercano, en Valladolid se mantienen las máximas garantías del procedimiento sancionador siendo siempre los agentes que patrullan en el Multacar los que determinan qué vehículos están infringiendo normas de circulación.

A la hora de procesar las infracciones, todas y cada una de las infracciones son revisadas de nuevo por un agente en las dependencias de la Policía Local, asegurando que los expedientes sancionadores que se tramitan reflejan con la máxima veracidad las infracciones detectadas por estos vehículos en el viario de la ciudad.

Las infracciones denunciadas más frecuentes son todas las referidas a malos hábitos en materia de estacionamientos, como hacerlo doble fila, en carga y descarga sin justificación, en paradas de bus y otras reservas, o sobre aceras y zonas peatonales.

La concejal socialista Ana Lozano considera que el Multacar es una buena herramienta disuasoria para que los conductores sean más respetuosos con las normas de tráfico. “Ya no es sancionar al ciudadano administrativamente, es que el hecho de que ese coche esté circulando implica hacer la prevención de que la persona que tiene la intención de aparcar indebidamente y que sabe que es un hecho ilícito, se lo piense dos veces”, argumenta la edil.

Lozano critica la falta de diligencia del equipo de gobierno en materia de tráfico y seguridad ciudadana al preguntarse qué ha pasado con la promesa de la alcaldesa en el pleno ordinario de noviembre en lo que se refiere a diseñar una ordenanza para regular la circulación de patinetes eléctricos.

Raquel González se comprometió a ello al hilo de una propuesta del propio grupo socialista en el turno de ruegos y preguntas de aquella sesión, debido al auge que está experimentando la presencia de este tipo de vehículos en la vía pública, que circulan sin estar sujetos a normativa alguna, con el riesgo que esto supone.

La propuesta venía a coincidir con la noticia de que la Dirección General de Tráfico estaba trabajando en un real decreto para impedir que los patinetes eléctricos circulen por la acera y para establecer una velocidad máxima para ellos de 25 kilómetros por hora. Un anuncio que se producía después de que trascendiera la muerte de una anciana de 92 años tras ser atropellada en Esplugues de Llobregat. Pero transcurridos casi tres meses, dice Ana Lozano que no tiene noticia alguna de ello.