Mucho ruido

En estos días no se si tienen la misma sensación que yo. Hay demasiado ruido. Demasiada palabra malsonante, insultos, gritos, críticas aceradas.... Sin embargo, cuando pienso en mi alrededor, en la gente que me rodea, en mis quehaceres diarios veo ese ruido como algo artificial. Como un elemento discursivo de unos políticos que pretenden conducirnos a un enfrentamiento sin sentido. Nos van llevando a una suerte de abismo del que luego dicen que nos van a salvar.
¿No sería mejor que no nos aproximaran ni siquiera a ese punto de no retorno?
No recuerdo exactamente quién lo dijo, pero sí se que lo dijo ciertamente bien: Las guerras las inician quienes no van a morir en ellas.
Pues bien, yo rogaría a nuestros políticos que dejaran de hacer tanto ruido, que hicieran aportaciones más cercanas a la realidad de nuestras necesidades y que apostarán por ofrecen nuevas vías de diálogo, entendimiento y razón para una sociedad que, en general, vive bastante al margen de su griterío.
Desearía que ahora que se inicia un largo periodo electoral, hubiera muchas ofertas para alcanzar soluciones y menos gritos para exaltar las emociones.




