28 de abril

Palencia

El viernes 15 el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció la convocatoria de elecciones generales para el domingo 28 de abril, ejerciendo sus potestades constitucionales al respecto. Unos opinarán que es una buena noticia y otros que es un error, que tenía que haber agotado la legislatura.

Para mí no es un buen anuncio. Creo que la inestabilidad política no es buena para la ciudadanía, ya que consigue que estemos en campaña electoral de forma continua, con lo que los mensajes de los partidos políticos se exageran, generando crispación. Todos dan más importancia al titular de prensa y a las encuestas, que a las necesidades reales de las personas.

Pienso que las elecciones generales deben ser cada cuatro años, sin que quepa la posibilidad de acortar la legislatura, esto obligaría a negociar a todos los partidos políticos, con la finalidad de lograr acuerdos de gobierno estables. Hay países que funcionan así y logran un gran número de pactos, al menos, en temas de Estado.

Por el contrario, en este país lo que sucede es que se radicalizan las posturas y buscamos más diferenciarnos de los demás por ser anti contrario que por ser pro aliado. Esto hace que nunca dejemos hablar de las dos Españas y que intentemos clasificar las posturas políticas en dos bandos muy diferenciados.

Si nos fijamos un poco, es curioso comprobar, a mi entender, que gobierne quien gobierne, las diferencias no son tan notables y nunca suponen cambios drásticos. Evidentemente hay diferencias entre unos y otros y cada corriente se identifica más con una serie de medidas que con otras. La izquierda, por ejemplo, se le supone una alta capacidad para avanzar y gestionar en el ámbito de lo social. La derecha, por su parte, lleva a gala su gestión económica. Está tan implantado en nuestras ideas que no tenemos en cuenta los datos reales al respecto. Si los analizásemos podríamos comprobar que ni unos son tan malos gestores económicos ni los otros son tan antisociales. También es verdad que todos ellos están encantados con destacar lo que creemos que son sus puntos fuertes.

El resultado de las próximas elecciones es muy incierto. Ha aparecido un nuevo actor, VOX, que se suma a los ya existentes IU-Podemos, PSOE, Ciudadanos y PP. Las encuestas dan unos resultados probables, pero no es fácil fiarse de ellos, sólo hay que comprobar lo que ha pasado en las elecciones autonómicas andaluzas. Lo que no cabe duda es que lo más seguro es que ninguno alcance un resultado notable como para gobernar en solitario o con acuerdos puntuales.

Por eso es muy importante que, a partir del 29 de abril, los partidos políticos busquen los puntos que les unen y dejen de lado los que les aleja. Espero que los partidos de implantación estatal lleguen a acuerdos para que el gobierno de la Nación no tenga que depender de otros partidos minoritarios nacionalistas que, por experiencia, sabemos que buscan hacer realidad, legítimamente, sus posiciones particulares y que no les causa ningún trauma traicionar los pactos con tal de conseguir sus objetivos.