Lo fácil y lo difícil

Asamblea de socios del Xerez DFC con Pepe Ravelo como presidente / Radio Jerez Cadena SER

Jerez de la Frontera
Este fin de semana un usuario de las inevitables redes sociales me recriminaba (con educación, eso sí, como debe ser) que los socios y aficionados del Xerez Deportivo FC habíamos optado en su día por lo fácil fundando un nuevo club. Como no es la primera vez que alguien lo escribe, lo dice o lo piensa, y porque estas cosas más vale zanjarlas antes de que otros lo tomen como bandera, me gustaría referirme a lo que , en mi opinión, era lo fácil y lo difícil en aquél ya lejano mes de junio de 2013.
Sin entrar en detalles, una vez perdida por parte del Xerez CD SAD la plaza en la LFP (que fue siempre nuestro único patrimonio y la última posibilidad de poder sobrevivir a la millonaria deuda), lo fácil hubiera sido seguir mirando para otro lado, continuar aguantando carros, carretas y carretones y sin posibilidad alguna de recuperar el control de una sociedad inviable desde el punto de vista económico, mucho más tras consumarse un mes después el descenso administrativo a Tercera división.
Pero lo difícil fue desprendernos, no de un sentimiento que permanece intacto, sino de nuestros símbolos, de nuestro himno, de nuestros trofeos, de gran parte de nuestra historia y de muchos de nuestros compañeros de fatigas. Cómo olvidar a mi querido Paco Castro…
No digo que Juan Miguel Becerra y su asociación lo estén teniendo fácil ni mucho menos, pero también fue muy difícil para una gran parte de la afición empezar desde lo más bajo del fútbol español, sólo tres años después de haber estado por primera vez en Primera.
Lo difícil era confeccionar en sólo dos semanas una plantilla lo suficientemente competitiva para que garantizara el ascenso a Primera Regional y lo suficientemente atractiva para animar al público a que fuera cada domingo al estadio.
Difícil fue convencer a jugadores veteranos y de gran experiencia profesional para que apostaran por este proyecto al que han quedado ya unidos para siempre.
Difícil era mantener viva la llama de la ilusión temporada tras temporada en categorías tan modestas como poco atractivas en todos los sentidos.
Difícil fue ponernos de acuerdo miles de socios, cada uno de nuestro padre y de nuestra madre, para consensuar qué club queríamos para el nuevo xerecismo.
Lo difícil fue saber encajar con deportividad ser tratado como “un equipo más de la ciudad”, a pesar de sumar el triple de socios que el resto de clubes de la ciudad juntos.
Difícil fue mantener el temple y no entrar en la provocación ante más de un bedel municipal que en los primeros años se dedicó a ningunearnos y a ponernos chinitas en el camino.
Difícil era ir cada domingo a los pueblos más modestos de nuestra geografía a disputar el partido más importante de la historia del rival de turno y sufrir en muchos casos el desprecio, las provocaciones, los insultos y las iras del público local.
Lo difícil ha sido, es y será ver a padres y a hijos, a tíos y a sobrinos, a hermanos o a cuñados enfrentados por la división dentro del xerecismo.
Difícil fue para los miembros de la junta directiva comprometerse por estatuto a poner dinero de su bolsillo si al término de su mandato el balance contable de la entidad era deficitario.
Difícil, y también gratificante, es, sin ayuda alguna del exterior, cumplir religiosamente con todo el mundo (técnicos, jugadores, empleados y proveedores) desde nuestra fundación, mientras observamos que a otros clubes se les hace la vista gorda y viven de la irregularidad, el incumplimiento, la mentira y el engaño sin que les pase absolutamente nada.
Lo difícil era convencer de nuestro proyecto a los más veteranos de los sanedrines xerecistas: la Peña Los Cien y la Tertulia Xerecista, entidades formadas por personas cuyo aliento, generosidad y altura de miras han resultado claves de cara a nuestra credibilidad.
Fue difícil planificar una cantera desde la nada y lograr, por ejemplo, ascender al juvenil A al tercer año a la Liga Nacional.
Difícil y arriesgado ha sido meterle mano a otras secciones: atletismo, rugby y fútbol femenino, y devolverle a la ciudad un equipo que aspire a regresar más pronto que tarde a la élite del fútbol sala.
Fue difícil desaparecer de la vista de los medios de comunicación nacionales, que sólo se acordaban de que existíamos cuando lográbamos los ascensos antes de Cuaresma, o cuando nos culpan de las acciones de otros.
Difícil ha sido, y lo sigue siendo, administrar la presión y la ansiedad de plantillas amateurs en un club que lleva intrínseca la responsabilidad de contar con 3.000 socios.
Difícil fue elegir un escudo que nos representara a todos los xerecistas y que hasta los que no lo votaron lo han hecho suyo.
Difícil era lograr temporada tras temporada el respaldo de un patrocinador principal en divisiones sin rentabilidad ni repercusión para ellos. Eternamente agradecidos por ello a Manuel Alba, Autoservicio A-380, Helvetia, Galan Matic y Ranabe.
Duro y difícil fue enfrentarnos al Xerez CD, aguantar los insultos a un estandarte intachable del xerecismo como Pepe Ravelo y que agredieran a otro pilar de nuestra historia reciente como Dani Pendín.
Dífícil ha sido para las diferentes juntas directivas y sus responsables aguantar tanta incomprensión, tanta crítica y tanta presión a cambio de nada.
Difícil ha sido lograr unir todo lo que separó nuestro primer proceso electoral, que deberá quedar como ejemplo de lo que jamás tendríamos que volver a repetir.
Díficil ha sido, y es, aguantar la incomprensión y la crítica de tantas y tantas personas ajenas a esta historia, pero que se han permitido juzgarnos sin conocer el verdadero trasfondo ni la realidad.
Pero, después de estas grandes dificultades, lo más difícil de todo es lo que les queda por delante a nuestros feroces enemigos, los que siempre lo fueron y los de nuevo cuño. Nada menos que digerir que el xerecismo está más vivo que nunca, que el futuro es nuestro, que hemos aprendido de nuestros errores, que como afición ya conocemos el camino hacia la gloria y que lo mejor para este sentimiento está por llegar.
Y por favor, no duden que no está siendo fácil.




