Mercado de invierno
Antoni Camps es un central ultraderecho de rompe y rasga. Joan Mesquida, un centrocampista más de confección que de corte

Mercado de invierno. 26.02.19
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Palma
Se agita el mercado político de invierno. Antoni Camps deja el PP y ficha por Vox. Y Joan Mesquida confirma su incorporación a Ciudadanos tras dejar el PSOE.
Antoni Camps es un central ultraderecho de rompe y rasga. De los que no hacen prisioneros. Una final de Champions en Wembley está bien, pero dale mejor un partido bronco y copero en Sestao, con el campo embarrado y calzando taco largo. Más cercano a Iselín Santos Ovejero que a Beckenbauer, 'el cacique del escaño' es capaz de ir al corte hasta con las Cariátides del Parlament. Allí ha defendido el autobús de ‘Hazte oir’, ha cuestionado los derechos de los homosexuales y se ha peleado hasta con los suyos.
Si Ovejero es recordado por derrumbar una portería en un amistoso ante el Santos de Pelé, el lance más célebre de Camps es la entrada a media altura que le hizo al profesorado cuando se escapaba solo hacia la portería tras desbordar a Bauzá. El castigo a su petición de listas negras de docentes se quedó en tarjeta amarilla, con la oposición reclamado roja y expulsión. Todavía no existía el VAR.
Camps ya era de Vox antes de que el partido se formara. Allí dispondrá de los minutos de juego que el PP le negaba. Y vestirá camiseta verde, como sus odiados profesores.
Joan Mesquida se incorpora a la ‘naranja mecánica’. Es otro tipo de jugador: un centrocampista más de confección que de corte.
Pertenece a ese selecto grupo que se ha visto obligado a transformar sus características para adaptarse a las nuevas exigencias. Un ‘todocampista’ con la capacidad de asociación de los grandes peloteros y amplio despliegue, cuyo único handicap sea, posiblemente, la falta de gol.
Mesquida es ambidiestro y en Ciudadanos jugará de ministro, su posición preferida.




