Fontcalent abrirá (por fin) la Unidad de Madres acabada desde 2012
Instituciones Penitenciarias asegura que se pondrá en funcionamiento en los "próximos meses" con capacidad para 32 internas y sus hijos menores de tres años y UGT espera que sea con más personal
Patio de la Unidad de Madres "Jaime Garralda" / Instituciones Penitenciarias
Alicante
La prisión de Fontcalent tiene previsto abrir la Unidad de Madres siete años después de su finalización, aunque Instituciones Penitenciarias no especifica una fecha más exacta. Un recinto de 3.000 metros cuadrados con 32 habitaciones equipadas para que las madres reclusas puedan convivir con sus hijos en el mejor ambiente posible hasta que los pequeños cumplan los tres años, según la legislación española, y que costaron ocho millones de euros.
Este módulo se acabó de construir en enero de 2012, según indican desde Instituciones Penitenciarias, aunque nunca se ha puesto en marcha por falta de presupuesto. Las mujeres y madres de niños pequeños que tienen que cumplir una pena privativa de libertad se derivan a Picassent, en Valencia.
Una vergüenza para los sindicatos, que aplauden la puesta en marcha del módulo, pero desde UGT, José Luis Guerrero espera que se dote a Fontcalent de personal. Recuerda que es una de las prisiones con "más déficit" del país en funcionarios.
José Luis Guerrero: "Esta unidad se acabó en 2001 y costo 8 millones. Esperamos que lo doten de personal"
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Que no parezca una cárcel
Estas unidades nacieron para procurar el bienestar de los menores, alejándolos del entorno penitenciario y garantizando las horas de descanso y juego que necesitan, así como para favorecer la reinserción de las madres privadas de libertad.
El módulo de Alicante cuenta con camas nido, cunas y un pequeño salón de estar con microondas y fregadero. Dos de esas habitaciones son dobles, pensadas para que mujeres embarazadas puedan convivir con madres y una está adaptada a personas con movilidad reducida.
Además del área residencial, la unidad dispone de dos salas de estar y juegos para madres e hijos, aseos infantiles, aulas polivalentes y talleres para niños y una zona asistencial y sanitaria con consulta médica y farmacia.
Esta unidad llevará el nombre de Irene Villa, víctima de ETA en 1991. Villa, que perdió ambas piernas y tres dedos de una mano cuando tenía solo 12 años, ha aceptado el ofrecimiento de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.
