El papel de la mujer en el deporte
Jerez de la Frontera
Techos de cristal, brechas salariales, sexismo, discriminación… La mujer en el deporte sigue enfrentándose a numerosas situaciones de desigualdad de género. Campeonas Olímpicas, del Mundo y de Europa de más de 20 modalidades deportivas reivindican un trato igualitario para la mujer en el deporte en el libro Nosotras. Historias del olvidado deporte femenino, del periodista Rubén Guerrero.
“Es surrealista que se siga usando la imagen de la mujer como si fuera un mero objeto”, afirma Alhambra Nievas, la primera mujer de la historia en ser distinguida como la mejor árbitra del mundo en rugby. Anna Casarramona, doble campeona del mundo de hockey sobre patines, destaca: “La sociedad tiene que comprender que el deporte no tiene género”. “¿Por qué no nos dan tanto mérito a nosotras?”, se pregunta Aina Cid, una de las remeras españolas que intentará luchar por las medallas en las próximas Olimpiadas de Tokio 2020.
Aunque se están dando pequeños pasos hacia la igualdad, las diferencias todavía son enormes. El deporte masculino sigue ocupando el 94 por ciento de las publicaciones en los medios de comunicación. A la falta de visibilidad se unen las escasas ayudas que recibe un deporte femenino que sigue sin contar con una legislación que regule la profesionalización de la mujer deportista.
Beatriz Manchón, tricampeona del mundo de piragüismo a la que le siguen prohibiendo competir en la prueba reina del Descenso del Sella por el simple hecho de ser mujer, tiene claro que para acabar con las diferencias de género hay que “promover la integración y la igualdad de forma efectiva”. La periodista Paloma del Río, autora del epílogo de Nosotras, indica: “La desigualdad que sigue existiendo en el deporte es un problema de educación”. A la capitana de la selección española de balonmano, Silvia Navarro, le gustaría conocer "por qué el deporte femenino es el gran olvidado".
Nosotras, como reseña el autor de la obra, es “una historia de mujeres valientes que se enfrentan con una sonrisa al cáncer o a la bulimia, mujeres que se levantan y vuelven a volar tras ser marginadas por su condición sexual, mujeres que compiten con sus hijos de la mano, mujeres comprometidas al máximo con su deporte, mujeres que tienen que luchar en minoría en un mundo de hombres, mujeres que transmiten valores a la sociedad con sus proyectos deportivos, mujeres que son toda solidaridad, mujeres que piden paso, mujeres que merecen ser respetadas, mujeres que aman de manera incondicional el deporte y, sobre todo, mujeres que son felices, a pesar de las tormentas, con lo que hacen”.