Si esto es febrero, imaginen julio
Ha sido un comienzo de año balsámico, una pesadilla para los vendedores de abrigos

"La línea roja" de Matías Vallés (28/02/19)
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Palma
A ver cómo acaba hoy el mes de febrero, pero hasta los fanáticos de las habitaciones oscuras habrán reparado en la luminosidad tremenda de este invierno.
Y en las temperaturas, que han llenado las playas de bañistas y de perros en pleno febrero.
Ha sido un comienzo de año balsámico, una pesadilla para los vendedores de abrigos. Y ahora se preguntan ustedes dónde empieza el lado sombrío de esta historia.
Pues bien, si esta primavera ocurre en febrero, ¿qué podemos esperar en julio?
La bonanza actual presagia un verano balear digno de Arabia Saudí.
Es decir, cuatro meses del año con temperaturas por encima de los cuarenta grados.
Sin embargo, que no cunda el pesimismo.
Dado que el cambio climático se ha independizado y ha tomado las riendas del planeta, vamos a aprovechar este anticipo del verano sin reparar en sus consecuencias.
El ser humano es capaz de extraer una desgracia de las situaciones más propicias.
Pues bien, tras este febrero pletórico, que nos quiten lo soleado.




