'Macondo y Algeciras'
Se considera que el principio de la obra maestra de García Márquez, Cien años de Soledad es de los mejores inicios de novela jamás escritos
Firma Paco Rebolo, "Macondo y Algeciras"
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Algeciras
Se considera que el principio de la obra maestra de García Márquez, Cien años de Soledad es de los mejores inicios de novela jamás escritos. Sin entrar a discutirlo, a mí me gusta tanto o más la última frase, que dice: "Porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra".
Y yo, que soy persona de filias y fobias, me indigno cada vez que pienso en que nuestra Comarca no es que no haya tenido nunca ocasión de esa segunda oportunidad que no tuvo Macondo, la ciudad ideada por el insigne colombiano, sino que no le dejan tener ni la primera oportunidad.
Esto viene a cuento porque el 14 de enero en el Diario de Cádiz aparecía un titular para enmarcar, de esos que hacen que me estremezca ante el concepto pueblerino de la política y del desarrollo que tienen algunos que, además, se supone que crean opinión. A saber, venía a decir: "Los presupuestos priorizan al Campo de Gibraltar y se olvidan del resto de la provincia de Cádiz", o que adobaba luego con "El gobierno de Pedro Sánchez premia a Algeciras con 64 millones para su tren y 63 más para su Puerto mientras margina otros proyectos esenciales como el nudo de Tres Caminos o la Autovía Vejer-Algeciras". Sí, hemos leído bien, dice "premia".
Y esas disputas absurdas entre presupuestos quedan adornadas con perlas como "se ningunea otras actuaciones largamente reclamadas por la sociedad gaditana..." (se ve que esta parte de la sociedad es del Alto Ampurdá o alrededores) o "vuelven a olvidarse un año más del prometido nuevo acceso al Polígono industrial de Fadricas, en San Fernando, pero sí contempla por primera vez construir una variante exterior en la Bahía de Algeciras".
Y así, en ese tono, contínúa desgranando falta de inversiones, que no digo yo que no es que no sean necesarias, pero que si nos pusiéramos a recordar las carencias aquí...
No recuerdo a nadie de allende las fronteras de Vejer o de Alcalá reclamando en su día la terminación de la Ruta del Toro que tantos fallecidos dejó por el camino empedrado que era antes. O pidiendo los Juzgados tan necesarios para que la impunidad no acabe ganando la partida a la sociedad. Ni queriendo repartir lo que parece que por derecho divino le corresponde a otras comarcas, por el hecho de ser ellos los amos del Cortijo.
Ni remarcando que no son el tren o el puerto de Algeciras o del Campo de Gibraltar, sino la vía de acceso a una fuente de riqueza y desarrollo amenazada, además, por el Sur en Tánger, y por los todopoderosos del Este español, Valencia y Barcelona, a quienes imagino tronchados de risa con esos celos camperos y con su propia partida en los Presupuestos, ésa sí, sin ser cuestionada por nadie de esta parte del mundo conocido.
Es una pena que cada euro que veamos que se invierte en el Campo de Gibraltar tengamos que justificarlo de todas las maneras posibles (justificar un derecho es lo más horrible que hay) y, mientras veamos la alegría con que se construyen obras mastodónticas con presupuestos desmesurados para llegar temprano a las rebajas de esos tan primaverales y bellos grandes almacenes. O soterrar a destajo vías de tren mientras nosotros padecemos pasos a nivel por todas partes. Y eso cuando tenemos operativas las decimonónicas vías...
¿De verdad no hay otra manera de reivindicar las necesidades sino contraponiéndolas a los privilegios inventados de los que un año, un solo año, disfrutaríamos en esta zona? ¿El resto de los años, mejor de los decenios, se ha hecho la misma comparativa en los mismos términos? ¿Se ha hablado de las necesidades en infraestructuras e inversiones, generadoras a su vez de ingresos que revierten al inversor?
Con estos asuntos siempre recuerdo una frase que dice que mejor no te quejes, porque cuando lo haces de cada diez personas a las que le cuentas tu queja, a nueve no les importa y la décima se alegra.
Segunda oportunidad decía el tío...