'No hay mayor desprecio que no hacer aprecio'
Pensaba que un artículo fraguado con ocho días de antelación no podía estar de plena actualidad en una jornada como la de hoy -8 de marzo-
Firma Ana Villalta, "No hay mayor desprecio que no hacer aprecio"
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La Línea de la Concepción
Pensaba que un artículo fraguado con ocho días de antelación no podía estar de plena actualidad en una jornada como la de hoy -8 de marzo- Día Internacional de la Mujer.
Una "fiesta" de la mujer que perdió por el camino el adjetivo de "trabajadora" porque ya existía un día del trabajador y ahí empezaba la diferencia. Una diferencia que me chirrió el pasado 28 de febrero, de eso hace exactamente ocho días y aquí, mi comparativa.
Andalucía celebraba su jornada de esplendor y ninguna televisión nacional nos dedicó un solo minuto en sus telediarios. ¿Desprecio? Los informantes nacionales dejaban claro que para las ferias, los carnavales, los alijos, el desorden de la estiba o las desavenencias de Díaz y Sánchez, siempre hay sitio. Para la Andalucía con mayúsculas, la que celebra su idiosincrasia, no. Salvo que nos peguemos como los catalanes, obliguemos a hablar nuestra lengua en los libros de texto como los gallegos o creemos nuestras ikastolas particulares, como los vasco... Andalucía, no interesa. Para el 28de febrero, no hubo ni una mijita de roce, solo... un claro desprecio.
Hoy, 8 de marzo, más de lo mismo. Hoy, es el Día de la Mujer. Charlas, mesas redondas, políticos a pie de calle, selfies, palabras grandilocuentes, campañas televisivas, manifiestos...
Y tengo que aprovechar mi firma para decirles a los del PSOE, los del PP, los Ciudadanos, los Podemos, los de la Izquierda Unida, los Verdes, los blancos y los amarillos que todos a una están con la mujer en el mayor de los desprecios porque fallan en la base, miren ustedes...
Ana María, diez años, linense. Su colegio San Felipe - también linense- estará celebrando hoy el Día de la Mujer con una mujer como directora del centro, que a quien les escribe no ha querido dar respuesta "porque no hablo con la prensa", afirma.
Un centro escolar reglado, educando en la igualdad - predican- pero en el que Ana María, solicitó una plaza de Master Chef en extra escolares y la admitieron en junio. Salió como alumna en las listas de septiembre, pero la eliminaron de forma fulminante. A pesar de abonar su actividad, no había subvención para pagar un monitor que atendiera sus diferencias por su (TEA) Trastorno Específico Autista y trastorno del lenguaje. A la calle.
Con muchas buenas palabras pero, a la calle.
La dirección (mujer) calla y quien calla, otorga.
La empresa que con buenas palabras pide al sindicato regional que exija legislación que recoja la subvención para que poder dar el servicio, a pesar de que es una actividad abonada por los padres. El ayuntamiento, es cascarón. Y la administración andaluza, mareando la perdiz porque desde el pasado 2 de diciembre no ha tenido tiempo de reorganizar la delegación de educación.
¿Hay mayor desprecio? Porque con toda sinceridad, no veo el aprecio.
La mujer, en su Día Internacional, no será nunca defendida, protegida ni valorada si a mujeres de diez años, como Ana María, no le dan su sitio.
Habrá que decirles a políticos, funcionarios y empresarios de pichiglass que para trabajar, emprender, ser autónomo o empresario, se hace a pulmón. Que de esta forma van a darle justificación a esos extremos que tanto critican y a los que, entre unos y otros, se lo están poniendo en bandeja, por sus incompetencias.
Esta es la realidad del 8 de marzo.
No hay aprecio, porque hay un evidente, efectivo y contrastado desprecio.
Feliz día a las Mujeres. Feliz vida, Ana María