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El duro y salvaje noroeste menorquín, protagonista de la segunda etapa de la CamelBak Epic Camí de Cavalls 360º

La convivencia y el compañerismo definen el espíritu de la prueba

Llegada a meta de la segunda etapa / Oriol Batista

Mahón

La CamelBak Epic Camí de Cavalls 360º cruzó esta sábado su ecuador con la celebración de la segunda de las tres etapas. Tras una emocionante apertura en el sur menorquín, los deportistas tomaron rumbo al norte para conocer algunas de las zonas más salvajes de la isla. La jornada, marcada por las altas temperaturas y lo exigente del trazado, ha dejado a Noguera-Calmet, en la modalidad MountainBike 360º, y a Sancho-Arroyo, en la TrailRun 360º, como líderes de la general. Su ventaja podría ser definitiva.

A las 8:00 horas partió la prueba desde Calespiques. Un mar en calma despedía a los bikers, listos para encarar un recorrido de 67 km y 1.329 m+, 15 minutos antes de hacerlo también con los runners, que se enfrentarían a 58 km y 1.188 m+. El ambiente dentro de los cajones de salida era espectacular. Saludos, bailes y abrazos evidencian la complicidad que ya existe entre un grupo de personas que apenas 24 horas que se han conocido. Mañana, se despedirán siendo “casi familia”.

MountainBike: “Mordor” decidió

La carrera empezó lanzada, con los equipos favoritos marcando el ritmo en un inicio muy duro y técnico. Toni Pascual-Esteve Pascual demostraban su destreza esquivando los filos del agresivo roquedal calizo, mientras que Adriá Noguera-Ricard Calmet los controlaban desde más atrás.

Tras un pasaje más amable, por zonas de campos y bosques, fue a partir de Es Alocs donde llegaría el tramo clave de la etapa. La sección conocida como “Mordor”, 8 km de Es Alocs a Cala Barril que acumulan casi 500 m de desnivel, castigó a todos los ciclistas, pero lo hizo especialmente con los hermanos Pascual a los que un pinchazo les dejaba fuera de la pelea por la victoria.

Por su parte, los catalanes del equipo Ferbike Prat & The Cyclery aprovechaban para apretar el acelerador y despegarse. Y no lo soltaron hasta llegar a meta. Su mayor fortaleza les permitió ir ampliando la brecha hasta llegar a Es Mercadal en un tiempo de 3 horas y 45 minutos. “A pesar del desgaste por la primera etapa, nos han ido las cosas rodadas y hemos disfrutado mucho”, reconocían ambos ciclistas a los que les separan 20 años de edad.

Tras el traspiés mecánico, los mallorquines supieron defender la segunda posición y llegaron al final, en el parking del Peu del Toro 15 minutos más tarde. “Cuando tienes un problema es normal perder un poco los nervios. El hecho de ir en parejas nos ha ayudado a superar ese bache y hemos podido tirar hasta el final”, explicaron los segundos clasificados, ya habituales en la prueba por etapas menorquina.

Tras ellos llegaron Dani Llorens y Fran Escurra, que subieron al tercer escalón del podio, mientras que Núria Picas volvió a ser la primera mujer en llegar al final, con un tiempo de 4 horas y 37 minutos, junto a Pau Bartoló. La primera y única pareja femenina que llegó a la meta fue la de Catriona Helen Sutherland y Erin Louise Beveridge.

TrailRun: Lección de los “matxacucos”

Entre los runners, se repitió el esquema del día anterior con Diego Arroyo y Roberto Sancho, del AE Matxacuca, demostrando que están un punto por encima del resto. Su dominio, sin embargo, no se notó hasta el final pues eran Javi Pons quien tiró del grupo al inicio. Tras no terminar la primera etapa, el corredor local salió tirando del grupo en los primeros kilómetros. Detrás, Arroyo-Sancho mantenían su ritmo de crucero acompañados del canario Tanausu Barrios y de un progresivo Alex Urbiña.

Con la reaparición de los problemas físicos de Pons, que esta vez sí consiguió llegar a la meta, “los matxacucos” cogían el timón de la prueba, deslizándose a paso firme por el agreste firme insular. Y cuando parecía que lo tenían todo controlado, apareció Urbiña en escena para intentar lo imposible. El compañero de Pons atacó a falta de 25 kilómetros y consiguió abrir un importante hueco con la cabeza, pero acabó reventando víctima de su propio ritmo suicida. Con la regularidad por bandera, Arroyo-Sancho continuaron hasta la meta ya sin sobresaltos y cerraron el crono en un tiempo de 5 horas y 28 minutos.

“El calor y este terreno que es un verdadero rompepiernas han marcado la etapa. Nosotros nos hemos preocupado de comer y beber constantemente para mantener un ritmo fuerte pero constante que nos ha permitido ganar”, expresaban los catalanes con una sonrisa en la boca.

Tras Urbiña, Pons y Barrios, los tres fuera de la clasificación ya que corrían en solitario, llegaron los madrileños Jesús Sánchez y Moisés Vidal, a casi 40 minutos de los vencedores, mientras que los hermanos Toni y Mateu Capllonch completaron el podio. La primera pareja mixta en meta volvió a ser la de los franceses Claire Bannwarth y Quentin Lefebvre, y Esther Encina y Cristina Hernández acabaron en el primer lugar femenino.

En la modalidad Experience, que partió desde el camino del Pilar para 33,5 km y 855 m+, las dos parejas favoritas, Antonio Saavedra-Javier Sintés y Joan Galmés-Raül Riudavets, marcharon juntos durante todo el recorrido. Si el día anterior habían acabado prácticamente al sprint, en esta ocasión hicieron una oda al compañerismo y decidieron compartir la victoria entrando los cuatro abrazados a la meta.

Un final por todo lo alto

Para la jornada de mañana, los deportistas se quedarán en el norte de Menorca donde afrontarán sus últimos kilómetros juntos desde Maó hasta Es Mercadal. Será el final de la CamelBak Epic Camí de Cavalls 360º ,“una isla, tres etapas, una aventura épica”, que pondrá este domingo su broche de oro en el Parque Natural de S’Albufera des Grau.

 
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