El UCAM Murcia se desinfla ante su afición

Murcia

El partido que se presentó en La Condomina fue de severa dificultad para el UCAM. No solo por la forma de jugar de los visitantes, que buscaban la contra rápida en cada acción, sino porque comenzó en el peor escenario que se le podía plantear a los universitarios. Penalti a favor del Melilla donde Javi Fernández hizo una clara entrada a un airete visitante en el minuto 5 de partido. Curro estuvo a punto de pararlo, pero el gol de Menudo, que adelantó al Melilla con toda la primera parte por delante, subió al marcador y creó inseguridad atrás en el equipo universitario. Al UCAM se le vio perdido en la reacción, viene siendo costumbre que a los de Munitis les cueste volver a meterse en el partido.

Alrededor del 20 la reacción comenzó a gestarse y, ya con las ideas más claras, el UCAM lo intentó con dos ocasiones claras. La primera de Onwu, donde el balón pasó ligeramente desviado por encima del travesaño. La segunda por parte de Jules, al que se le vio participativo y con intención en los primeros compases.

En la reanudación, el UCAM tuvo la ocasión más clara par empatar a los dos minutos de juego. Un buen desmarque de Onwu, que se tropezaba con Colinas estando solo delante del portero, hizo que Dani Barrio rebañase el balón ante la incrédula mirada de la grada.

A la tercera la vencida. Un inconmensurable Hicham, al más puro estilo Leo Messi, se fue de uno, de dos y hasta de tres defensores. El futbolista universitario, que la semana pasada abrió su cuenta particular como goleador, batió a Dani Barrio de forma muy ajustada con un balón raso al palo que no cubría.

La alegría no le duró mucho a la parroquia del UCAM, cuando en un corner del Melilla, tras un despeje de la zaga local, el balón quedó muerto en el segundo palo de Curro para que el Melilla introdujese el balón a placer tras una asistencia también de cabeza por parte de los norteafricanos. Soufianne solo tuvo que empujarla con un testarazo en el 34 de partido para hacer el 1-2. Hasta el descanso nada cambiaría en el marcador, que arrastró a un UCAM con dudas de cara a los segundos 45 minutos.

El UCAM tuvo la ocasión más clara de empatar en la reanudación. Onwu y Colinas, que se desmarcaron y se quedaron totalmente solos ante la portería de Dani Barrio, se tropezaron y dejaron que el meta rebañase el balón. El Melilla tenía las ideas más claras y el dominio del encuentro, testimonio de ello fue que Moha Traoré se fue solo por la banda izquierda ganándole la posición a Gurdiel para asistir a Óscar García, que hizo el tercero para los visitantes.

La sensación de la grada y la imagen que dio el equipo fue de derrotismo y que costaría mucho engancharse por la lucha del empate. El UCAM anduvo perdido tras este bofetón del Melilla, que comenzó a arañar minutos para matar el encuentro ante el nerviosismo de la escuadra universitaria.

Desde la zaga del UCAM costó mucho salir con el balón jugado, el equipo pecó de inseguridad atrás y Curro no fue su mejor versión, algo que sí se pudo ver la semana pasada frente al Malagueño. Esta incertidumbre le costó al UCAM muy cara, ya que circuló sin pena ni gloria por el terreno de juego en los minutos finales y sin actitud para cambiar las tornas. 1-3 al pitido del árbitro para señalar el camino a los vestuarios.

* La Condomina registró una entrada de 2.314 espectadores, pero la gente comenzó a irse de la grada a 15 minutos del final.