Bajonazo y preocupación
El Villarreal se lleva el derbi autonómico en el tiempo de prolongación ante un Levante que mereció la victoria y que se aproxima a cinco puntos del descenso
Valencia
Inexplicable. El Levante se ha metido en un lio, sin haber hecho nada para recibir un castigo de enorme magnitud, cuando fue mucho mejor por juego, por ocasiones, por ambición, por descaro que el Villarreal, el Leganés y el Real Madrid. Cero puntos de nueve posibles.
Sin embargo, la realidad es que ha perdido de forma inmerecida los tres últimos partidos por falta de acierto en la finalización y porque el VAR se ha convertido en una herramienta demasiado cruel con la escuadra granota en las acciones más determinantes de los encuentros.
Como sobre el VAR y sus protocolos no hay solución a la vista por más que uno se queje, vamos a pensar en que lo que puede hacer Paco López con su plantilla para tratar de sumar los 42 puntos que dejen al equipo en Primera.
La actitud es encomiable, la puesta en escena es sobresaliente y el único reproche es la escasa profundidad de banquillo con calidad, que entre unas cosas y otras, se le ha quedado al entrenador.
El trivote que conforman Bardhi, Campaña y Rochina es insustituible y cuando sale Nikola Vukcevic el Levante se acula y su frecuencia de ataque disminuye de forma radical. Los rivales dan un paso al frente y así lo hizo el Villarreal.
Muchos critican ese último cambio del entrenador cuando saca a Raphael Dwamena a falta de 4 o 5 minutos para el final. ¿Ustedes creen que si el delantero ghanés ofreciera síntomas de generar pánico en la defensa rival no sería titular o jugaría más minutos?
En contra de la opinión de muchos levantinistas creo que Jason Remeseiro y Toño García deberían recuperar la titularidad en el menor tiempo posible si el Levante quiere elevar su mejor nivel competitivo. Antonio Luna y Moses Simon han cumplido con muy buena nota, pero el equipo necesita más desequilibrio, más desborde y una mejor llegada hasta la línea de fondo.
Es un momento para ser maduros, dejar a un lado las emociones y pensar en como volver a ganar, algo que desde mi punto de vista está mucho más cerca si Jason y Toño regresan al once inicial.
El último cuarto de hora de partido ante el submarino amarillo pedía a gritos una galopada de Jason ante un Jaume Costa desfondado y que tanto Bardhi como Rochina aguantasen como fuera hasta el final para evitar el crecimiento del rival.
No puede ser que el entrenador tenga que analizar las contraindicaciones de un cambio por la pitada general de una afición y el efecto negativo que pueda generar en el resto del equipo, cuando la aportación de Vukcevic fue inapreciable en los diez minutos que estuvo sobre el césped. El ingreso de Dwamena no merece ni análisis.
La situación en la clasificación aprieta y obliga a ser muy fríos, calculadores y aparcar las filias y las fobias con Jason para cuando vista otra camiseta. Ya habrá tiempo para pitarle en el derbi de la próxima temporada, porque lo importante es que haya derbi y no que Jason haya firmado por el Valencia CF.
Entre la cesión de Prcic, la lesión de Doukouré, la venta de Boateng, la prisión de Toño, la ausencia de un sustituto natural de Lerma y a los que el entrenador no acaba de ver, son 14 o 15 jugadores los que tienen que sacar al Levante del jardín en el que se ha metido. No nos hagamos más daño desde dentro y terminemos estropeando la temporada.
José Manuel Alemán
Redactor de Deportes en Radio Valencia