Nefrólogos, el poder de la protesta

Palma

La Nefrología es una de las escasas disciplinas que todavía no habíamos abordado en estos comentarios, y ha llegado la hora de subsanar esta omisión.

No se trata de analizar esa disciplina, sino de recordar que los nefrólogos de Son Espases han demostrado el poder de la protesta colectiva.

La mayoría de protestas se frustran porque es imposible poner de acuerdo a tres personas, o a dos si son médicos.

Los nefrólogos de Son Espases desafiaron esta ley y se unieron contra la imposición de un jefe de servicio por parte del conseller efectivo de Sanidad y del gerente del hospital, que operaban de acuerdo con las normas de adhesión inquebrantanble al clan.

Según la conselleria, el elegido en contra de toda la plantilla era el mejor candidato para quienes no tenían que trabajar a sus órdenes, un curioso criterio de selección.

Finalmente, el nefrólogo jefe digitado contra los nefrólogos tuvo que dimitir, cuando sus colegas habían redactado otra carta colectiva en su contra.

Esta no es una historia de buenos y malos, solo de compatibles o incompatibles.

Con la particularidad de que el colectivo se impuso al poder.

Más de un jefe sin méritos se habrá palpado el cuello de la camisa al escuchar esta historia. Eso también es bueno.