Castellón abandona Urbanismo y se queda como edil sin área hasta el 26M

Almería

Eran los primeros días de febrero cuando el concejal de Desarrollo Urbano y Vivienda, Miguel Ángel Castellón, anunciaba que su futuro estaba fuera de la política y lo hacía sin poner fecha de caducidad a su labor en el Ayuntamiento. Pues bien, hoy ha sido el último día en el que la mano derecha de Ramón Fernández-Pacheco, alcalde de la capital, acudía al nuevo edificio de la Gerencia de Urbanismo en Plaza Marín para subir sus escaleras hasta la última planta y contemplar al Sagrado Corazón desde la mesa del que hasta hoy era su despacho.

Castellón ha puesto el punto y final (al menos de momento) a su actividad como gestor municipal para quedarse como concejal sin área hasta que concluya esta Corporación municipal el 26 de mayo. Una marcha que realizaba sin grandes despedidas y que se comunicaba, como manda ya la tradición de los anuncios de la ‘era Pacheco’, a través del perfil de Twitter del propio alcalde.

Lanzó dos mensajes. El primero explicaba la salida del área de Urbanismo y su mantenimiento como concejal, además de agradecerle el haber podido trabajar juntos, no puede olvidarse que era diputado provincial y que acudió a su llamada al coger las riendas del Ayuntamiento tras la decisión de Luis Rogelio Rodríguez-Comendador de quedarse en el Senado y abandonar la Alcaldía de la capital.

 En el segundo de los tuits Fernández-Pacheco explicaba que las responsabilidades en materia de Urbanismo pasaban a manos de Ana Martínez Labella, que las sumaba así a las de Fomento y que la portavocía retornaba a María del Mar Vázquez.

Explicaba Fernández-Pacheco que este cambio no va a suponer que se paralice el trabajo del equipo de Gobierno, y esa era precisamente la intención de Miguel Ángel Castellón que, a pesar de tener tomada la decisión desde noviembre y haber pensado en su salida en Navidad, ha esperado hasta que “se han quedado todos los proyectos del entorno de la Alcazaba adjudicados y había cerrado también todo el tema de las terrazas, que no quería dejar a medias tampoco”.

Así considera que se lo deja todo casi listo ya que “queda un mes de gestión y entre la Semana Santa y la campaña electoral de las nacionales, ya casi no hay margen”.

Apenas lo que queda de semana va a tener el aún edil popular hasta que el próximo lunes se incorpore a su nueva actividad en la empresa privada, a la que dice ir a “buscarse a la vida” y desde la que va a intentar “hacer la menos política posible” aunque reconoce que “es una especie de droga” pero está decidido a alejarse y dedicarse a su nueva labor y a su familia que es por quien toma la decisión.

Se marcha “satisfecho” por su trabajo porque “se han conseguido muchas cosas” pero reconoce que le gustaría “haber visto completadas las actuaciones en el entorno de la Alcazaba, aunque están adjudicadas” y que en el tintero se le quedó la reforma del Cable Francés “por un tema de presupuesto” así como “el aprobar un Plan General aunque me queda la satisfacción de que cuando nadie creía en la adaptación del actual, la sacamos, y que ayer mismo los técnicos decían que están casi saturados por el número de modificaciones puntuales que se están solicitando, algo que será bueno porque traerá crecimiento económico”.

Convencido de que no echará de menos salir en la prensa, aunque sí la relaciones personales que le ha traído su puesto este tiempo, le seguirá cogiendo el teléfono a Ramón Fernández-Pacheco, pero lo hará “como amigo y con una visión diferente”. Dice que su despacho se recoge en 15 minutos, no puso ni fotos, y agradece el cariño recibido en los últimos días.