No le dejan

Santiago de Compostela

Hay partidos en los que uno, si es jugador o entrenador, tiene que sentir impotencia cuando ves que no puedes competir en igualdad de condiciones. Si el listón a la hora de defender, de meter las manos, de ser agresivo en las líneas de pase o en la pelea por el rebote, perfecto. Si a ti no te dejan, y al rival se le permite, el porcentaje de que aparezca la desesperación y la exhasperación es muy elevado. Y eso ocurrió en el Martín Carpena, a los jugadores del Obra (la desesperación) y al entrenador Moncho Fernández (la exhasperación). Así, el Coach santiagués fue expulsado tras serle señalada la segunda técnica, luego de que en varias de sus protestas se le notase indignado con el desigual criterio de los árbitros (Jordi Aliaga, Sergio Manuel y Alonso Olivares). Todo esto, cuando el equipo venía de padecer a Perea ante el Joventut (en la nevera este fin de semana por ello). Así, en un momento de la retransmisión televisiva y poco antes de ser expulsado, se pudo leer en los labios de Moncho Fernández un expresivo y reiterado "es una vergúenza, una vergúenza".

Consignado lo anterior, el partido fue de rachas. Comenzó mandando el Unicaja y negado el Obradoiro que se vió a las primeras de cambio con un 10-0 en el electrónico. Pidió tiempo muerto Moncho y la reacción fue espectacular en su equipo. Subió la presión sobre el balón, las ayudas se multiplicaron e la presión sobre balón y comenzaron a asfixiar el juego malagueño.

A partir de ese momento, el equipo santiagués cambió radicalmente y los cambios funcionaron y, con una defensa dura, dieron un parcial de 0-14 y la primera ventaja 10-14 en el minuto 9.

El trabajo y puntos de  Kyle Singler y  Ben Simons, y la defensa sobre los pívots del Unicaja,  surtió efecto.

El Monbus Obradoiro tuvo escasas fisuras, mantuvo el control del partido y, con su defensa, puso en dificultades al Unicaja, espeso y con muchos errores, sobre todo en ataque y con nulo poder de reacción, pues el Obradoiro forzaba pérdidas de balón contínuamente.

Simons, martilleó el aro del Unicaja con dos triples consecutivos y cortaba cualquier tipo de reacción local (28-34, minuto 20).

El Unicaja lo intentó pero no pudo por el mejor planteamiento visitante y un Singler estelar, que con 16 puntos fusiló la defensa cajista (38-48, minuto 28).

Fue la máxima ventaja de un Obradoiro casi perfecto, aunque empezó a fallarle el acierto, se acentuó el destino arbitral, y todo ello de la mano, permitió al Unicaja entrar en el partido con un parcial de 9-0 con dos triples del escolta finlandés Sasu Salin y del ala-pívot Carlos Suárez (47-48, minuto 30).

El Obradoiro se descentró y desinfló, llegó la expulsión de Moncho por la segunda técnica y el Unicaja aprovechó el bajón  para ganar el partido, que lo hizo desde la línea de tiros libres con Suárez, infalible (74-63).

Ficha del partido

74 - Unicaja (12+16+19+27): Roberts (13), Salin (11), Milosavljevic (10) Wiltjer (2), Lessort (6) -cinco inicial-, Shermadini (4), Waczynski (7), Suárez (19) y Muñoz (2).

63 - Monbus Obradoiro (14+20+14+15): Sàbat (3), Obst (2), Brodzlansky (13), Llovet (-), Singler (18) -cinco inicial- Simons (17), De Zeeuw (2), Spires (2), Navarro (2), Hilnason (1) y Pozas (3).

Árbitros: Aliaga, Manuel y Olivares. Expulsaron al técnico del Obradoiro Moncho Fernández por doble técnica en el minuto 37.