1.800.000 personas del entorno rural viven en zonas sin acceso a internet
A pesar de que más del 75% de los hogares españoles tienen acceso a la fibra óptica con una velocidad de descarga de 100 megas por segundo hay algunas zonas del país en las que no es posible ni enviar un WhatsApp
Hablamos con los vecinos de tres pueblos de la provincia de León en los que la falta de internet les ha jugado más de una mala pasada
León
A pesar de que el acceso a internet se ha universalizado y de que estamos más conectados que nunca aún hay pequeñas zonas en el mundo rural en las que hacer una llamada de teléfono es un reto y conectarse a internet directamente imposible. Cualquier persona que viva en Madrid podría descargarse un capítulo de una hora (1GB) de duración de cualquier serie en algo menos de dos minutos; en Caín de Valdeón este proceso duraría unas 11 horas teniendo en cuenta la conexión de internet que tienen, el 2G. Es simplemente una estimación de lo que debería tardar descargar ese contenido, porque lo cierto es que en la práctica no es posible hacerlo debido a la inestabilidad de la conexión. Mientras el acceso universalizado a internet genera problemas como la adicción al móvil, hay zonas en las que el problema es precisamente el contrario; unos temen quedarse sin cobertura y otros buscan desesperadamente que la carencia de internet no sea un problema sin solución que termine con la poca vida que queda en sus pueblos.
En nuestro país el despliegue de fibra óptica ha alcanzado ya al 76% de los hogares, es decir, una amplia mayoría de la población tiene acceso a conexiones a internet de alta velocidad superiores a los 100 megas de descarga por segundo. Una cifra que el Ministerio de Economía y Empresa confía en poder incrementar el próximo año y alcanzar el 90% y que contrasta con la de la Unión Europea, donde la implantación de la fibra aún no ha llegado ni al 50% de la población.
Aunque España se encuentra en una buena posición y tanto la fibra óptica, como el ADSL como las conexiones 3G o 4G están más que extendidas, continúa habiendo un porcentaje importante de la población (1.800.000 personas) que vive en las llamadas zonas blancas. Son una serie de zonas en las que no existe cobertura de redes de banda ancha y en las que las principales compañías telefónicas no tienen en previsión ofrecer sus servicios en los próximos tres años. Para este tipo de zonas la Secretaría de Estado para el Avance Digital ofrece una serie de ayudas cofinanciadas por la Unión Europea -Fondos FEDER- que en el año 2018 supusieron 122.672.573 euros destinados en su totalidad a la instalación de redes de fibra óptica y que se ejecutarán, principalmente, en la Comunitat Valenciana, Andalucía y Castilla-La Mancha.
Caín de Valdeón
Es una de las localidades más visitadas de la provincia de León, punto de partida de la ruta del Cares por donde cada año pasan casi 200.000 personas que, en su mayoría, no pueden ni realizar una llamada telefónica en su visita al pueblo. "La mayoría de la gente viene con sus compañías de teléfono y llegan a Caín y no tienen ni cobertura, ni internet, ni se pueden comunicar para avisar a sus familiares de que han llegado", explica Marino Pérez, el alcalde pedáneo de la localidad.
Dependen de que se encuentren en una zona de Caín en la que haya algo de cobertura -algo que no ocurre siempre- y de que pertenezcan a la única compañía de teléfono que llega al pueblo. En caso de no cumplir con alguno de estos requisitos la alternativa es desplazarse nueve kilómetros hasta la localidad de Posada de Valdeón.
Es tal la situación que, incluso en casos de emergencia, aunque el 112 funciona con la red de cualquier operador sin importar si es el que tenemos contratado, al no haber ningún tipo de cobertura en algunas zonas de los Picos de Europa "no se puede avisar, el 112 en muchos lados de la zona no funciona. Al final en tecnologías de telecomunicaciones estamos abandonados".
Estamos en el tercer mundo en el tema de las telecomunicaciones
La situación no es mejor para los habitantes del pueblo que tampoco se pueden conectar a la red a través de la línea de cobre: "Un ADSL, lo más básico, no lo tenemos a pesar de que por ley las compañías está obligadas a ofrecer un mínimo de un mega". La única compañía que dispone de cobertura móvil en la zona (Movistar) ofrece su red 2G aunque "no funciona, como si no tuviéramos nada porque no abre. A las ocho de la mañana yo me levanto en Caín, intento conectarme con el 2G y no hay manera".
Sus habitantes denuncian que están "en el tercer mundo en el tema de las comunicaciones" porque no se trata de no poder ver una película de Netflix o subir unas fotos a Facebook, es que el aislamiento tecnológico supone un problema mucho mayor: "Vinieron a comer ocho personas al restaurante de Caín y no funcionaba el datáfono. El restaurante les tuvo que invitar esperando que pagasen después la factura desde su lugar de procedencia", asegura Marino Pérez señalando que no se trata de un hecho anecdótico sino de algo habitual; y denuncia que las instituciones les tienen "totalmente abandonados".
San Emiliano
Se trata de un municipio de la conocida comarca de Babia formado por catorce pueblos de los cuales siete no tienen teléfono fijo. El alcalde, Basilio Barriada, explica que en su momento existía una línea de postes que llevaban la línea al teléfono público de estas localidades pero después Telefónica creó el sistema TRAC -Teléfono Rural de Acceso Celular- que daba cobertura básica de voz a una serie de teléfonos de estas localidades pero que supuso que se eliminase la línea telefónica existente por lo que "ahora con este sistema es imposible que la gente pueda tener ni banda ancha, ni medio ancha, ni nada". En cuanto al resto del municipios dependiendo de la zona en algunos pueblos tiene cobertura de todas las compañías, solo de dos o de una. En la localidad de Torrestío los habitantes pagan un servicio de acceso a internet por vía satélite con el que han habilitado una red Wi-Fi en el pueblo.
El alcalde explica que existen una serie de ayudas de la Junta de Castilla y León para la ampliación de la cobertura de banda ancha a las zonas rurales pero "tienen muy poco dinero y a nosotros nunca nos han tocado. Se lo dan a los primeros que las piden y el resto nos hemos quedado sin ello".
Vivimos donde vivimos y hay que adaptarse a estas circuntancias
El problema no es solo el del acceso a internet, sino que tampoco pueden informarse con todos los medios de comunicación. La Junta de Castilla y León les ha prometido que podrán ver la televisión autonómica y local, aunque de momento no ha habido ningún avance: "Vemos muy pocos canales. Muchos de los módulos necesarios para ver la TDT no están colocados, así que vemos las cadenas básicas. Parece que en León nos toca siempre bailar con la fea".
Teniendo en cuenta que la televisión autonómica no funciona la única forma que tienen para informarse de los asuntos locales es la radio aunque solo reciben la frecuencia de RNE y "la SER justita". Basilio Barriada reconoce que la zona en la que se encuentran es de difícil propagación de ondas aunque señala que tienen otra serie de ventajas: "Vivimos donde vivimos y hay que acostumbrarse a estas circunstancias. También tenemos otras ventajas, por ejemplo tenemos un aire puro que no tienen en Ponferrada o en León".
Peñalba de Santiago
Un pueblo único del Bierzo, considerado uno de los más bonitos de todo el país, que pertenece al Ayuntamiento de Ponferrada y en el que tan solo se pueden conectar nueve teléfonos móviles al mismo tiempo, los de los habitantes del pueblo que tienen estas líneas a modo de teléfono fijo. Peñalba es una localidad de gran atractivo turístico por la que en tan solo tres días, los de Semana Santa, pueden llegar a pasar hasta 10.000 personas según explica el secretario de la Asociación Valle del Silencio, Jose Manuel Neira.
No estamos ni el siglo XX, seguimos en el XIX porque no tenemos ni ferrocarril
Actualmente no hay cobertura de ninguna operadora aunque las principales compañías estarían "gustosas" de instalarse e, incluso, dispuestas a compartir una misma instalación desde la que ofrecer su cobertura, el problema es que no hay una línea eléctrica de media tensión que llegue al terreno -cedido por el pueblo- en el que se emplazarían. "La línea eléctrica cuesta 120.000 euros, ese es el gran problema de poder tener cobertura telefónica en Peñalba. Que ninguna administración quiere invertir ese dinero en la localidad", señala Jose Manuel Neira.
De nuevo la alternativa para el acceso a internet es el de la conexión vía satélite que "ningún particular puede costearse. Son casi 1.000 euros más el mantenimiento mensual". Este sistema sí que lo han puesto en marcha a nivel comunitario asumiendo el coste entre los vecinos para ofrecer una Wi-Fi gratuita en el pueblo aunque "es tan elemental que tan solo permite utilizar la mensajería instantánea pero a ratos, que no crea todo el mundo que esto es jauja. Esto es el medio rural puro y duro". Neira conoce una forma de acceder a la red en la zona aunque requiere de esfuerzo físico: "Si tienes la fuerza y el interés de subir al Pico El Corón, allí si tienes cobertura. Pero hay que haber desayunado, comido y merendado muy bien".
Señalan que el primer problema que se encuentra cualquier persona que pretenda emprender en Peñalba es el del acceso a la red, que no es el único pero "es un problema muy serio. No estamos ni el siglo XX, seguimos en el XIX porque no tenemos ni ferrocarril. Hoy las vías de ferrocarril se sustituyen por las vías aéreas que son las conexiones a internet".
En Peñalba los comerciantes también han tenido el problema del datáfono. Más de una y dos veces los restaurantes han tenido que dejar a sus clientes irse sin pagar porque no llevaban dinero en efectivo y en la localidad no es posible pagar con tarjeta con las conexiones actuales: "Queda un poco en el criterio del restaurador de la zona que confía en el cliente y luego le hacen una transferencia. La verdad es que no se ha dado ningún caso todavía de un simpa tan de moda en otros lugares".
Más información
Julio Guerra
Redactor del informativo 'Hora 14' de la SER. Colaborador de la 'Unidad de Vigilancia' de Isaías Lafuente,...