Las ilegales gaditanas conquistan las calles de Barcelona
Las coplas del carnaval callejero sonaron por los alrededores de La Rambla con un gran seguimiento de público
Enviado Especial a Barcelona
El Carnaval de Cádiz da un pasito más. Vuelve a ser historia en Cataluña, en este caso llevando la bandera de la ilegalidad a las calles de Barna. Colas que arribaron por mar, como los buenos pecios, atracando en el puerto de Barcelona, ante la ante mirada de curiosos que se dispusieron a recibir a las agrupaciones callejeras. Los del Perchero, Los Guatifó y la chirigota de las Niñas amarraron en el noray de la ilusión con grandes dosis de arte, siendo recibidos por otras cuatro agrupaciones, pero de la propia Cataluña.
Los Mareas, La Sombra, Las Ave Fénix y el grupo de Azafatas de Air con el Carair, pero en versionada recibieron con coplas y aplausos a los grupos gaditanos. Así empezaban a desfilar por las calles de Barcelona, llegando primero al Museo Marítimo desde donde partieron todos los grupos que fueron dando pases de coplas ante una cada vez más tumultuoso grupos de gente. Sí, domingo al mediodía, acabando marzo y la gente escuchando el Carnaval callejero en tierras catalanas.
Los del Perchero pusieron la nota con su tipo de jueces de la penúltima instancia, dando clases de elegancia solo tres de los componentes. La gente, que se reía y aplaudía a rabiar, no dejó de pedir otras coplas para seguir disfrutando. Así lo hicieron también en el ‘Pati Manning’, un hermoso claustro en cuyo patio se vivió la expresión del carnaval. Se escucharon los romanceros de la Niñas y el de Koki en su papel de Lola Flores. Arte puro.
Durante varias horas también estuvieron en la plaza de Cataluña las agrupaciones ofreciendo sus coplas, como la comparsa Los Marea, encabezada por Juanka Cruz, gaditano exiliado que incluso llegó a participar en el Gran Teatro Falla. Aunque no fue el único emigrante, ya que en el resto de agrupaciones también había gran número de ellos e hijos de andaluces. Una hermosa forma de acercarse a sus raíces y su tierra, máxime en un día como el de hoy.
Por parte de la organización, la Fundación Andacat, quedó muy satisfecho por la buena acogida de las agrupaciones y sorprendidos por la aceptación de los grupos que entre tanta diversidad en La Rambla fueron capaces de hacerse un hueco.