Emasa debe a los bancos 112 millones de euros

Málaga

La historia de EMASA es la historia del endeudamiento de una empresa municipal. Y es que la realidad es tozuda: la Empresa Municipal de Aguas de Málaga, solvente, con una ingresos de 73 millones de euros y beneficios de 2,6 millones, tiene una deuda con los bancos que supera y mucho esos ingresos: asciende a 112 millones de euros la cantidad que adeuda a las entidades financieras, préstamos que obedecen a los cánones que el ayuntamiento de Málaga le ha impuesto a lo largo de los años a Emasa por el uso de las alcantarillas, las depuradoras o las tuberías de abastecimiento. Y de esa cantidad, 102 millones son de deuda a largo plazo.

La sociedad municipal de aguas, si bien poco ha poco va bajando su nivel de endeudamiento, tiene que invertir cada año en torno a 6 millones de euros en pagarle a los bancos y otro millón en intereses. De hecho, le queda dinero por pagar al menos durante los próximos 17 años.

Emasa sigue pagando diez años después de la imposición del último canon (en 2009) por parte del ayuntamiento de Málaga a cuenta de la concesión hasta 2035 de las redes de abastecimiento por una cuantía de 75 millones de euros, aunque finalmente desde Emasa sólo hubo que pedir 45 millones de euros de préstamo y el resto se usó para ampliar el capital de la sociedad, según fuentes de la empresa.

En 2005 se aplicó otro canon, éste de 51 millones de euros por las depuradoras del Guadalhorce y el Cuervo, también bajo el gobierno de Francisco de la Torre. Se trataba de la ampliación de un tercer canon, y el primero en el tiempo, aplicado en 1994 a finales del mandato del socialista Pedro Aparicio, que se correspondió con la concesión por 50 años y 34 millones de euros del uso y explotación de las redes de saneamiento.

El caso es que los cánones obedecen a toda una operación financiera para ingresar dinero al ayuntamiento de Málaga sin que éste tenga que endeudarse y sin que esa deuda cuente a ojos del Banco de España, algo fundamental, porque luego puede repercutir en las tasas de reposición de personal como policías locales o bomberos o en la petición de créditos.

Y mientras los beneficios de Emasa se reinvierten en infraestructuras de la sociedad, no así el dinero de los cánones, que el consistorio gasta en lo que estima oportuno.

Paradógicamente, a pesar del endeudamiento de la sociedad municipal de aguas siguen pendientes las actuaciones necesarias para paliar los puntos negros en la ciudad en cuanto a inundaciones se refiere cuando se producen fuertes lluvias y que requieren de una cuantiosa inversión, cifrada entre 150 y 200 millones de euros según dos planes directores redactados por la Gerencia Municipal de Urbanismo y Emasa y que incluyen medidas contra los efectos de las lluvias torrenciales y para reducir el impacto de las aguas fecales que van a parar al mar.