Rafael Sánchez Ferlosio

Córdoba

Hace unos días mencionaba, en una tertulia de amigos, un conjunto de textos que con el nombre de "Esas Yndias equivocadas y malditas" escribió Rafael Sánchez Ferlosio. Uno de los tertulianos recordaba la "Y" griega del título. Estábamos hablando de la polémica generada por el presidente de México (en torno a la colonización de México hace quinientos años). Seguir la reflexión de Ferlosio nos provocaba un esfuerzo excesivo y escogimos la vía fácil: estar en contra o a favor de las palabras del presidente mexicano. De un tiempo a esta parte todo se reduce a estar en contra o a favor (de lo que sea). Se ha impuesto un pensamiento binario que nos empuja irremediablemente a reducir todo a dos ecuaciones posibles: a favor o en contra.; con los nuestros o contra los vuestros. Justamente un ejercicio opuesto al desarrollado por el escritor Rafael Sánchez Ferlosio en las últimas décadas.

Rafael Sánchez Ferlosio (y José Jiménez Lozano y, posiblemente, Juan Goytisolo) buscó refugio en la lengua, para de una manera intrincada y luminosa, preguntarse sobre las cosas. Escribió sobre los excesos que producen las identidades; sobre la guerra; sobre el dinero; sobre la televisión (la "bicha"). Recuerdo un asombroso debate provocado por su artículo "Nadie puede con la bicha" (1993) en el que alertaba de cómo la televisión estaba generando una sociedad de "incesantes, incondicionales e impertérritos aplaudidores". Todos los programas aplicaban la técnica de provocar, cada cierto tiempo, una cascada de aplausos (o lo contrario) por parte del público, previamente avisado para aplaudir o protestar. Ferlosio se sinceraba mostrando su desolación y desesperación ante semejante ejercicio de manipulación... 

Ayer falleció este sabio escritor. La lengua pierde uno de sus mejores artesanos. Hoy casi todos hablarán de su carácter huraño, seco, cascarrabias y árido (características cuya descripción no requiere ningún esfuerzo por evidentes). Yo lo recuerdo, sin embargo, por provocarme sorpresa y asombro.