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Edu es la caña

Edu Villegas, director deportivo del Xerez DFC / Xerez DFC

Edu Villegas, director deportivo del Xerez DFC

Jerez de la Frontera

Aviso: este artículo es para mayores de 18 años. Me voy a dedicar a este segmento de lectores de Cadena SER al rememorar una de las anécdotas que rulan por internet, de las más curiosas que se haya conocido y que tiene como protagonista al siempre excéntrico delantero francés Nicolás Anelka. Este jugador, de culo inquieto que apenas pudo sentar cabeza en los equipos en los que estuvo, fue un flamante fichaje del Arsenal de Arsène Wenger en la 97/98. Un equipo potente que reforzaba su delantera con un joven francés que con sólo 17 años llegó a Londres como una de las promesas más firmes del fútbol europeo.

Y no le fue nada mal. Tras una primera campaña de adaptación en los gunners, en la segunda marcó más de 20 goles entre todas las competiciones y todo parecía ir por el buen camino. Pero una tarde todo se torció. El Arsenal jugaba frente al Fulham como local y una jugada en la que Anelka regateó al portero visitante resultó ser fatídica tras fallar ante la potería vacía. Su compatriota y capitán, Patrick Vieira se lo quería comer con los ojos. Luego, ya en las duchas, Vieira reprendió esa jugada al irascible delantero que le respondió algo así como “jodido larquilucho patoso”. Todo parecía que había quedado ahí cuando, Anelka sentado en una banqueta del vestuario, vio como el esbelto centrocampista se dirigía hacia él con una toalla anudada a la cadera. Debió parecerle a cámara lenta cuando, ante los ojos clavados del resto de compañeros, vio como Patrick Vieira se desanudaba la toalla y, con un perfecto movimiento oscilante de cadera, soltó un húmedo y asalmonado “guantazo” con su pene, que impactó en toda la cara de Anelka. El vestuario estaba entre un funeral y un carnaval y Nicolás no supo reaccionar ante tan “tremenda” lección. Arséne Wenger rompió el silencio del vestuario y estrechó la mano del Patrick Vieira mientras le decía “¡Y es por eso que él es el capitán, mira qué cosas!”.

Allá por el mercado de fichajes de invierno, el Xerez Deportivo nos tenía a todos hasta la misma herramienta de dar bofetadas del mediocentro francés. El equipo se alejaba de los puestos de promoción que, por imperativo de la grada, eran de obligado cumplimiento. No sé exactamente dónde ni cómo lo hizo, si bajó al vestuario o fue en las oficinas del club, pero Edu Villegas no le hizo falta dar fresco a sus partes nobles para repartir alguna que otra cachetada. Rojas, Regino y Jojo fueron bajas en el equipo, aunque en la afición se especulaba incluso con las bajas de Manu Heredia, Tamayo y hasta Alex Colorado. La imagen no era buena y había que enderezar el rumbo y Masegosa fue el siguiente en pasar por la puerta de salida, ya con el mercado de invierno cerrado.

Nunca he visto a un equipo o director deportivo que haya acertado en todos y cada uno de sus fichajes. Alguno sale rana por estadística. En agosto las incorporaciones de gente como Colorado o Casares generaron más expectativas que resultado, aunque con Tébar han empezado una progresiva mejoría. Lo de firmar a un entrenador por dos años, aunque te haya ascendido a Tercera, ha sido una pasada de frenada importante. Tampoco creo que haya estado fino al rectificar la carencia de goles manifiesta del equipo, que incluso el pasado domingo casi nos pone a toda la grada mirando para Cuenca de no ser por Joaqui, que sacó un balón bajo palos. Mirando para Carlos Cuenca Outerelo, para ser exactos. No obstante, también ha habido sonados aciertos y como ejemplos están el incombustible Juan Gómez, los prometedores Khalok y Robin, el gran estilete Adrián Gallardo, traído sobre la bocina del comienzo liguero a base de apretar el presupuesto, o el guardameta Juan Flere, que a este paso le vamos a apodar “Flere, El Breve” porque está llamado a subir de categoría más rápidamente que nosotros. El balance es tan positivo como lo es la cuarta plaza que ahora ostentamos y del que Edu también es partícipe.

Que no cunda el pánico: lo de la filetada en toda la cara a Nicolas Anelka resultó ser al final un bulo lanzado por una de las tantas publicaciones satíricas inglesas. Pero me ha servido el símil para recordar que Edu no deja indiferente a nadie y que el liderazgo que siempre demostró como jugador parece extrapolado ahora como director deportivo y hace que, en las buenas y en las malas, en sus aciertos y en sus errores, Edu Villegas continue siendo un fenómeno.

José María Aguilar.

 

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