Sigo viviendo en mi casa

Aranda de Duero

Conseguir que las personas mayores estén atendidas sin perder su autonomía y con el mismo apego a su espacio que el que tenían en su casa son premisas bajo las que han comenzado a funcionar las dos nuevas Unidades de Convivencia del centro residencial Ciudad del Bienestar, una iniciativa de los Hermanos Gabrielistas en Aranda. Se trata de un paso más en la implantación del nuevo modelo de funcionamiento “En mi casa” que propugna la Junta de Castilla y León y que se basa en “ofrecer una atención centrada en la persona” como ha explicado Mario Pérez Lázaro, director del centro arandino, en el acto de inauguración de estas unidades. Se trata de configurar los espacios para que los residentes encuentren el mismo ambiente hogareño que tenían en su casa, para lo que en cada unidad se agrupan un máximo de quince personas, el mobiliario, la decoración y la luz se parecen más a los de un domicilio que a un centro residencial al uso y sus usuarios pueden decorar sus habitaciones incorporando sus propias pertenencias.

Pero no se trata solo de adecuar lo exterior. El propio funcionamiento de estas unidades, en horarios, hábitos y desarrollo de actividades se adapta a los residentes y no al revés como ocurre en las residencias tradicionales. Quienes conviven en ellas pueden elegir los menús, los horarios de determinados hábitos diarios o las actividades ocupacionales que quieren llevar a cabo. Para ello el modelo organizativo prevé que estén atendidos por personal al que se le asigna un máximo de cuatro o cinco residentes a los que se vincula de una manera más directa para que pueda conocer sus gustos y necesidades y propiciar un mayor acompañamiento y bienestar.

Según ha explicado Mario Pérez este modelo beneficia especialmente a quienes sufren deterioro cognitivo

Las dos primeras unidades de convivencia de este centro residencial llevan dos nombres significativos para el proyecto gabrielista: el de Sergio García Lobo, un joven compañero recientemente fallecido y que vivió este proyecto residencial como suyo y el de Ribera del Duero, en homenaje al entorno comarcal en el que está enclavado.

Tras la presente inauguración los responsables del centro esperan completar la implantación del nuevo modelo con la puesta en funcionamiento en un año de otras cuatro unidades de convivencia más. De esta forma aspiran a ser el primer centro de Castilla y León en cumplir enteramente con el modelo “En mi casa”.

Los responsables del centro residencial quieren incorporar también en un futuro inmediato diversos proyectos para que el entorno social esté presente en la residencia, a través de una próxima Escuela de Hostelería, una residencia de estudiantes, la apertura de la cafetería al público, incluso la creación de una Escuela Infantil.