Tres buenas y una mala
Dani Mateo, el Juvenil A del Numancia y la cantera del Río Duero Soria triunfan en un domingo en el que el Numancia volvió a caer fuera de casa
Soria
De vez en cuando en este mundo del deporte salen fines de semana prácticamente redondos. En este caso este último ha sido de sobresaliente con triunfo sorianos en diferentes disciplinas deportivas, categorías y modalidades. Atletismo, fútbol y voleibol, posiblemente los tres grandes referentes del deporte soriano, nos han dado la gran alegría.
La primera machada la protagonizó Dani Mateo que debutaba en la disciplina del maratón, lo hacía en Rotterdam, con buenas perspectivas y buenas sensaciones tanto físicas como anímicas. Y esas sensaciones las plasmó sobre el asfalto con una marca de 2.10.53 que es sinónimo de mínima para poder estar en el próximo Mundial de Doha y en los próximos Juegos Olímpicos de Tokyo 2020. Además fue el noveno clasificado en la carrera holandesa, firmando un gran debut, como digo, en la distancia de los 42 km y 195 metros.
En la misma mañana del domingo el Club Deportivo Numancia Juvenil de División de Honor ratificaba una fantástica e histórica temporada imponiéndose por 3 goles a 2, a lo grande con remontada incluida, ante el Eibar. De esa manera los chicos de Pablo Ayuso se proclamaban campeones de liga en ese grupo II de la División de Honor Juvenil y próximamente intentarán seguir haciendo historia tanto en la Copa del Rey como en la Copa de Campeones, que se disputará en Vigo.
Y, como no hay dos sin tres, el otro éxito de cantera lo firmaba también el domingo, el Río Duero Soria cuyos equipos cadete y juvenil masculinos se imponían con claridad en sus respectivos campeonatos regionales, celebrados en Soria. Una pequeña o gran alegría, según se mire, para un club que este año lo ha pasado mal en la Superliga, pero que sigue sumando éxitos en este caso con las categorías inferiores.
Y como no hay buenas noticias sin alguna mala y ésta nos llegó con el Numancia que volvió a caer a domicilio esta vez en casa del colista el Nástic de Tarragona en otro partido en el que empezó remando contracorriente prácticamente desde el principio con el gol de Uche. Otra vez el día de la marmota. La consecuencia es que los de López Garai van a tener que sufrir en este tramo final de la temporada con solo 6 puntos actualmente de distancia sobre los puestos de descenso. Y el domingo vuelve a jugar en casa, a las 16.00 ante el Mallorca, en un partido en el que se espera que haya otra vez música de viento. Y aquí hago una petición, aunque luego cada uno es libre de hacer lo que quiera. Lo dije ya la semana pasada: entiendo y comparto que se pite al equipo en su salida al campo como gesto de desaprobación por lo sucedido en Tarragona. Pero una vez que el árbitro pite el inicio del partido, creo que hay que aparcar los pitos y animar al equipo, porque lo que se está jugando el Numancia en ese tramo final de la temporada requiere del ánimo de la afición. Luego ya habrá tiempo para premiar con aplausos o castigar con silbidos pero durante los 90 minutos equipo y afición tienen que ser uno. Es más que necesario.