Company tampoco manda en el PP balear
El vodevil de las listas del PP al Congreso dejó en mal lugar a Company, que cada día presentaba a una candidata diferente y que le caía peor que la anterior
"La línea roja" de Matías Vallés (10/04/19)
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Palma
Biel Company no pinta mucho en Madrid, pero este dato no le singulariza en el elenco de políticos baleares.
El problema ha surgido porque Company tampoco pinta mucho en Ibiza y Menorca.
Si a un presidente del PP balear se le rebelan simultáneamente dos islas que aportan casi la mitad de sus escaños, que no de sus sufragios, tiene un problema mayor que si una encuesta del CIS le predice un futuro aciago.
Ibiza se levantó un día contra Cañellas, pero Company ha conseguido el pleno.
Y la Mallorca del PP no se alza contra su presidente porque está demasiado hundida para someterse a ese esfuerzo.
El vodevil de las listas del PP al Congreso dejó en mal lugar a Company, que cada día presentaba a una candidata diferente y que le caía peor que la anterior.
A cambio, Company aseguró que las listas autonómicas serían de su exclusiva responsabilidad.
A continuación, exigió un solo cargo por candidato, para que no se pudieran repetir puestos en los Consells y en el Parlament.
Al arreciar la tormenta interna, Company aseguró que no había marcha atrás.
Al mantenerse los rebeldes, no solo hubo marcha atrás, sino una de las humillaciones más sonrojantes a que un líder ha sido sometido por sus subordinados.
Si el PP pierde, Company siempre podrá decir que él no sabía nada.
