Camareras de piso: muñecas destrozadas y cargas de trabajo imposibles
CCOO organiza una jornada informativa para lanzar la campaña "Tus derechos la mejor medicina"
Palma
Dolor de espalda, muñecas destrozadas, cargas de trabajo imposibles. Es la denuncia recurrente de las camareras de piso que en estos días se están incorporando a sus puestos de trabajo en los hoteles de las islas en el arranque de la temporada alta. Un informe del sindicato Comisiones Obreras señala que cuatro de cada diez trabajadoras del sector recurren a los psicofármacos para hacer frente a la fatiga y el dolor crónico derivado de esta actividad. Una de cada cuatro recurre también a los antidepresivos.
El sindicato ha organizado en la sede de Palma una jornada informativa para estas trabajadoras. Lola lleva 41 años en la profesión y en su cuerpo queda la huella de las miles de habitaciones que ha limpiado a lo largo de su carrera. "La espalda la tenemos prácticamente todas destrozada. Las muñecas también. No hay inmunidad contra la barbaridad de peso que se levanta al limpiar las camas" afirma.
Sandra lleva una década limpiando habitaciones. Cree que la carga de trabajo es el desencadenante de los problemas físicos de las trabajadoras. "Yo lo noto en las cervicales. La carga de trabajo es horrible, las camas pesan muchísimo. Hay muchas camas en las habitaciones, cuatro y cuna o seis y cuna y en ocho horas tienes que hacer una serie de habitaciones y no llegas" destaca.
No todas tienen la misma situación. Mónica trabaja en un hotel de reciente construcción que se ha adaptado a la legislación y que no se excede en las cargas de trabajo. "Tenemos la suerte de que las cargas de trabajo están bastante ajustadas y no tengo ningún problema" señala.
Reformas hoteleras
La reforma de los establecimientos y el aumento de las categorías también han traído consigo un cambio en las formas de trabajar. El cristal domina los espacios. Cristal y nuevo mobiliario que alarga el tiempo que se tarda en limpiar las habitaciones. "Los hoteles han mejorado, pero eso tiene que conllevar mano de obra. Quitan cortina de baño y meten mampara de cristal, que tienes que limpiar de arriba abajo en todas las habitaciones. También hay cristales que dividen la habitación, hay por todos los sitios" señala Lola.
El trabajo de las camareras de piso sigue estando feminizado. No hay hombres que se dediquen a ello. Sandra afirma que en su hotel entró un hombre a trabajar como camarero de piso "pero no aguantó y se fue enseguida". Con la jornada el sindicato pretende difundir la campaña "tus derechos la mejor medicina" dirigida a las camareras de piso con recomendaciones como la de no recurrir a la automedicación.