Progresos con margen de mejora

Aranda de Duero

Las estadísticas no siempre confirman las sensaciones generalizadas. O las matizan. O requieren contexto e interpretación. Porque la carencia de especialistas de los últimos meses en el Hospital de los Santos Reyes y la falta de espacio estructural con una escasez de quirófanos que se arrastra desde hace años contrasta con los datos de una lista de espera quirúrgica que aunque refleja un ligero empeoramiento en cuanto al porcentaje de cumplimiento de algunos de los objetivos de demora media también indica que se ha reducido de forma muy sensible el número de personas que esperan una operación en el hospital ribereño, así como el número de días en los que se interviene a los pacientes en la mayoría de las especialidades.

Por partes. Los datos globales que acaba de proporcionar SACYL correspondientes al primer trimestre de 2019 señalan que en el hospital de los Santos Reyes las intervenciones quirúrgicas se realizan en una media de 54 días: seis días más que hace un año, pero seis días menos que como finalizaba 2018, y a día de hoy un 14% menos que la media de los hospitales de SACYL en Castilla y León. Y lo que se reduce de forma llamativa es el número de pacientes que se encuentran esperando una intervención. A finales de marzo eran 444 personas en lista de espera, un 42% menos que hace tres años, en 2016, cuando eran 770, una cifra que ha ido disminuyendo año a año.

Si hacemos el análisis por prioridades el hospital ribereño hace años que cumple al cien por cien el objetivo de operar en menos de un mes a los pacientes de máxima prioridad. De hecho estas intervenciones se realizan en una media de nueve días, la demora más baja de toda la comunidad tras la que tiene el HUBU de la capital burgalesa. Sin embargo aún no se llega a atender en el tiempo máximo establecido todas las operaciones que tienen una prioridad media o las que pueden esperar más al ser afecciones menos graves atendiendo a criterios médicos y a las secuelas que pueden dejar. En el caso de la prioridad intermedia, aunque la mayoría de las intervenciones se realizan en una media de 43 días, un 11% superan los tres meses de plazo máximo en que deberían estar resueltas. Por lo que se refiere a los pacientes que tienen afecciones no tan apremiantes, en cuya lista tiene ahora el hospital 353 personas, son atendidas en los 180 días de plazo máximo que se marca el SACYL en un 97% de los casos, aunque la demora media es de 58 días.

Comparados con periodos anteriores los porcentajes empeoran ligeramente: hace un año sí se cumplía al cien por cien el objetivo de operar en menos de seis meses las intervenciones de afecciones menores, aunque el porcentaje era muy similar a final de 2018. En cuanto a las cirugías de prioridad intermedia a 31 de diciembre cumplían el plazo máximo en un 91.3% y hace un año en un 89,6%, frente al 88,8% actual.

El análisis de los datos por especialidades sí podría interpretarse a la luz de los vaivenes de profesionales médicos que se ha producido en los últimos meses tras el masivo cambio de destinos provocados por el concurso de traslados y la merma que supuso para hospitales comarcales como el Santos Reyes. Y es que a finales del pasado año la demora media para ser operado en especialidades como Oftalmología, Otorrinolaringología o Ginecología se habían incrementado de forma notable, aunque los datos del último trimestre indican igualmente una mejora en esas mismas especialidades. Hace un año el plazo medio total para ser operado en el hospital de los Santos Reyes era de 48 días, a finales de 2018 de 60 y actualmente ha vuelto a descender hasta las 54 jornadas de media

De hecho en el último trimestre se han reducido, en mayor o menor medida los tiempos medios de espera de todos los servicios con la única excepción de Traumatología, que prácticamente mantiene el mismo plazo de espera (pasa de 73 a 74). El descenso es llamativo en Otorrinolaringología: a finales de 2018 un paciente esperaba una intervención en esta especialidad una media de 104 días, mientras que ahora la media es de 57 jornadas.

Con respecto a los datos de hace justo un año, sin embargo, la demora se ha incrementado en tres días en Oftalmología, en diez en Traumatología y en siete en Urología. Sin embargo, en los últimos doce meses han disminuido de forma muy sensible los plazos de espera en Cirugía General y Aparato Digestivo, donde la demora media se ha reducido a la mitad en un año. Disminuye en ocho días en Ginecología (de 39 a 31) y son siete días menos los que esperan de media los pacientes que requieren una operación del servicio de Otorrinolaringología. Datos que reflejan la carencia de especialistas que afectó de manera particular a algunos servicios, que se han ido recuperando en los dos últimos meses, como es el caso de Oftalmología y Otorrinolaringología.

Lo que ha disminuido en prácticamente todos los servicios es el número de personas que esperan una intervención. La mayor disminución es la que presenta el servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo; hace un año había 143 personas esperando ser operados frente a los 73 actuales. También son la mitad las mujeres que esperan ser operadas desde el servicio de ginecología: ahora son 21 frente a las 44 de hace un año.

La excepción se produce, por el contrario, en el servicio de Traumatología: el incremento de los pacientes que están en la lista de espera de una cirugía en este servicio es una tendencia constante, de forma que ahora mismo son más de la mitad de todos los que esperan una operación en el hospital de los Santos Reyes: esperan su turno de ser operados por este servicio 231 personas. Hace un año eran 187. Una circunstancia que no es ajena al envejecimiento de la población que requiere cirugías de cadera y rodilla, fundamentalmente. Intervenciones que no solo tienen una complejidad media en la mayoría de los casos, sino que también requieren tiempos relativamente largos de recuperación, parte de ellos con ingresos hospitalario, en un centro como el Santos Reyes cuyo número de camas, igual que el de quirófanos, hace tiempo que se ha quedado muy corto. La especialidad de Traumatología, por cierto, es una de las que contará a partir de ahora con una plaza más en la plantilla orgánica del hospital tras haber admitido SACYL la necesidad de reconocer lo que en la práctica ya era una realidad, puesto que el hospital ya contaba con siete médicos en este servicio, uno más de los que tenía reconocidos oficialmente.

De vuelta a los datos, fuentes hospitalarias reconocen la posibilidad de seguir consiguiendo mejores resultados pero a la vista de los datos también subrayan la mejora constante de los últimos años, siempre que no confluyan factores externos como ha sido la carencia de especialistas provocada por el último concurso de traslados. Señalan también que las mejoras y la contención del riesgo de empeoramiento, que podría haber sido mucho mayor, se debe en buena medida al esfuerzo de una plantilla sanitaria que hace años que mantiene la actividad quirúrgica mañana y tarde para optimizar los tres únicos quirófanos con los que cuenta el hospital ribereño.