La hermandad de El Cerro reparte Humildad por las calles de Sevilla

Sevilla

La salida del Nazareno de la Humildad de la hermandad de El Cerro del Águila ha constituido el principal estreno de la Semana Santa de 2019 y, por tanto, ha acaparado toda la atención en el momento de su salida, desde la parroquia de los Dolores. Antes de cruzar bajo el dintel, en la levantá que le situaba junto a la puerta, ya había recibido los primeros aplausos de sus vecinos, en lo que ha sido, una vez más, el ejemplo de entrega de todo un barrio por y para su hermandad. Estreno también del paso de caoba oscura, con apliques de orfebrería e iluminado por guardabrisas y faroles, que ha salido del taller de Francisco Verdugo, y del capataz, Manuel Millán.

Sin embargo, otra de las estampas que nos deja la salida de El Cerro, es la de una paloma, de las 30 que suelta la familia Torrejón -una por cada estación de penitencia a la Catedral que lleva esta corporación- en la corona de la dolorosa de Sebastián Santos.

Las cofradías del Martes Santo han realizado la Carrera Oficial desde la Campana y no desde la Catedral, como hicieron el pasado año, por decisión del Consejo de Hermandades.

San Esteban, que abría este 2019 la Carrera Oficial, adelantaba dos puestos en la nómina del día. Desde la Plaza del Salvador tomaba por Entrecárceles, Francisco Bruna y Tetuán, en lugar de hacerlo por Cuna.

Acostumbrados a ver la salida de la Candelaria con la caída de la tarde, este año ponían la cruz de guía en la puerta de San Nicolás a las 15.40 horas, cinco minutos antes que San Benito.

La hermandad del Dulce Nombre -La Bofetá- iniciaba su estación de penitencia a las 18.35 horas desde la céntrica plaza de San Lorenzo, con 850 nazarenos.

Del segundo puesto en la nómina del día, Los Javieres pasaba al sexto y, en consecuencia, retrasaba su salida casi cuatro horas.

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Del Rectorado de la Universidad de Sevilla empezaban a salir interminables filas de penitentes de los Estudiantes tras de la Buena Muerte, obra de Juan de Mesa. El palio de la Virgen de la Angustia, salía a los sones de la marcha de Abel Moreno 'Virgen de los Estudiantes', basada en el Gaudeamus Igitur, el tradicional himno universitario.