César Manrique, Pedro Almodovar, Núria Espert y otras chicas del Almacén

Arrecife

Felipe de la Hoz asegura que conoció a Pedro Almodóvar cuando trabajaba en la librería del Almacén. La mujer de Luis Andino Chamorro, arquitecto y colaborador de César Manrique, era muy amiga del director de cine. "Pedro pasó por la librería y me comentó que estaba frustrado con la producción de Matador, me dio un guión y me dijo: esta película la voy a producir yo", explica Felipe. "¿Esto lo vas a rodar, le dije yo después de ojearlo". Era nada menos que el primer borrador del guión de La Ley del Deseo.

Aunque en la primera etapa del Almacén era muy joven, Felipe de la Hoz estuvo presente durante la ebullición de la segunda época, cuando tenía cerca de veinte años. "Creo recordar que en la primera época estuvo Marisol, yo tenía trece o catorce años", cuenta Felipe. "Carmela García, Benito Cabrera, Paco Delgado, Rosana Arvelo, el Almacén fue una especie de caldo de cultivo para muchísimos artístas", recuerda. "También era un sitio muy criticado, pero la fuerza y el alcance de César tenía una dimensión enorme. A ver quién se ponía la bata de cola con César", bromea Felipe.

César Manrique, Yayo Fontes, Pepe Dámaso y Luis Ibáñez impulsaron el Almacén, que se convirtió pronto en una referencia de la cultura en Canarias. Allí se exhibió la obra de Santiago Alemán, Carmela García, Pedro Tayó, Rosa Vera, Caly Velázquez, Sergio Molina, Paco Fuentes, Mario Delgado y Rufina Santana, entre otros. De hecho, en el Almacén se hicieron las primeras performance de Canarias y las primeras sesiones de microteatro del archipiélago. Los artistas se desnudaban, cantaban, recitaban, exponían su arte y bailaban sin pudor al ritmo de los hits del momento.

Algo difícil de imaginar en los últimos estertores de la dictadura de Franco en una isla como Lanzarote. De hecho, utilizaban todo tipo de artimañas para bular al censor que visitaba la isla para controlar lo que allí se hacía. Incluso emborrachaban al censor para evitar que se enterara de lo que allí estaba pasando. El Almacén no solo vertebró a los artistas emergentes del momento, sino que se convirtió en un foco de referencia a nivel regional y nacional.

"Recuerdo a Lola Herrera, que en aquellas estaba representando Cinco Horas con Mario, se había cerrado la cocina, pero nos metimos y le hicimos un bisté con papas fritas..., ¿cómo le vas a decir a Lola Herrera que no va a comer?", recuerda Felipe. "También recuerdo a Norma Duval, a Víctor Ullate y a muchas otras personas que pasaron por allí", explica Felipe. "César era un novelero", recuerda Felipe de la Hoz. "Le encantaba un disfraz y lo vivía". De hecho, así lo testifica la fotografía en la que aparecen César Manrique junto a Felipe de la Hoz y su hermana, Carmensa de la Hoz, durante su cumpleaños "yo parezco una burbuja de Freixenet, pero César me dijo: tú eres la bella y yo soy la bestia", bromea Felipe.

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"Hacían cosas muy locas en aquella época y con Franco vivo. Eso pasaba aquí porque era la periferia de la periferia, nunca hubiera podido ocurrir algo así en Las Palmas o en Tenerife", explica Pepe Betancor, comisario de la exposición "Almacén 1974" y técnico de cultura del Cabildo de Lanzarote.

Sobre la celebración del Centenario de Manrique, Felipe lamenta que está teniendo un carácter "férreo, hermético y desapasionado, está todo hecho como para estudiosos de César Manrique y yo lo recuerdo con muchísima más pasión, el homenajeado no es el Manrique que yo recuerdo", explica Felipe. "Pero en ese jardín no me voy a meter", bromea. Como Sigourney Weaver en Armas de Mujer, "prefiero una salida elegante", concluye.

Escucha la entrevista completa a Felipe de la Hoz aquí: