'La paz social'

Algeciras

Los españoles tenemos la tremenda suerte de vivir en un país donde no hay guerra.

Saberlo nos ayuda a comprender el significado de la Paz con mayúsculas la que pone fin los grandes conflictos.

Sin embargo, hay otra paz más pequeña, más doméstica pero imprescindible: la Paz cotidiana. Aquella que te permite vivir cada día sin el sobresalto de la incertidumbre. Esa paz que los españoles necesitamos, que una vez tuvimos y ahora los que mandan, se han empeñado en arrebatarnos de las manos. ¿Es que sus señorías no saben que de nada valen los planes para crear empleo, bajar el IRPF o subir el salario medio de los trabajadores sin la Paz social? ¿Es que no entienden que el sueño de una España mejor se derrite al calor de sus argumentos incendiarios? ¿Es que el día que explicaron en clase cómo ponerse de acuerdo varios amigos con opiniones contrarias, faltaron al colegio? O quizás nunca vieron cómo sus madres hacían un bizcocho con ingredientes diferentes y a la hora de repartir el pastel guardaron un trozo para cada uno, hasta para los que no estaban... Tienen todo en sus manos para concedernos la paz.

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España es un pueblo apasionado, solidario, agradecido, alegre, trabajador... y los españoles nos merecemos algo más que el panorama triste y el horizonte opaco que los políticos nos ofrecen. Señores políticos: No se engañen en medio del delirio electoral, sus sondeos mágicos y sus debates histéricos. Porque nadie les cree ya. Iremos a votar el día 28 porque aún queda en nosotros un resto de esa esperanza que sólo un pueblo como el nuestro sabe desenterrar cuando procede. Pero nada más. El domingo será vuestro, estad tranquilos. A partir de entonces los españoles podremos dejar de oir sus eternas promesas y comprobar si las cumplen. El domingo por la noche se cerrará el telón y, cuando salga de nuevo el sol, casi nada habrá cambiado pero, al menos, el Teatro habrá terminado.