Aranda da el primer paso

Aranda de Duero

La corporación arandina daba anoche luz verde a la firma de un convenio con el Ayuntamiento de Fuentespina para regularizar el uso de la depuradora de aguas residuales por parte del municipio vecino. El acuerdo se adoptó con las abstenciones del concejal no adscrito, Sergio Ortega y el PSOE, que antes de iniciarse el debate solicitó, sin éxito, que el asunto se retirara del orden del día. Mar Alcalde basaba su petición en las discrepancias que plantea la alcaldesa de Fuentespina sobre este documento. La portavoz socialista acusa al PP de no haber hecho un verdadero trabajo de negociación para llegar a un acuerdo que sea justo para ambas localidades. “Nos parece absurdo aprobar un convenio que la otra parte no quiere firmar, por lo que solicitamos que se quede sobre la mesa, que se vuelva a consensuar, que se hable lo que se tiene que hablar con el Ayuntamiento de Fuentespina y que cuando se traiga a este pleno, las dos partes que tienen que firmar el convenio estén de acuerdo”, argumentaba Mar Alcalde.

Por parte del equipo de gobierno, tanto el concejal de Medio Ambiente, Alfonso Sanz, como la alcaldesa, defendían que el borrador de convenio debería de contar con el beneplácito del Consistorio de Fuentespina, que según la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero tiene en este documento las condiciones económicas más favorables posibles. Raquel González cerró el debate de este punto con una intervención en la que hablaba de que es una cuestión de “justicia social” y acusaba al ayuntamiento colindante de intentar evitar que sus vecinos paguen lo que les corresponde en detrimento de los contribuyentes de Aranda. “Según la señora alcaldesa de Fuentespina, ¿qué cuesta que los ciudadanos de Aranda paguen 70 céntimos cada uno para que sus vecinos no paguen 80 euros cada uno?, pero eso no es así”, comentaba la primer edil arandina, que reconocía que el Ayuntamiento de Aranda no tiene la potestad de impedir que Fuentespina vierta sus aguas residuales en la depuradora, pero no es justo prolongar esta situación y debe firmarse un convenio.

En este sentido, la mayor parte de los grupos políticos coincidieron en la necesidad de que la corporación arandina dé este primer paso y espere a que la corporación vecina se pronuncie por su parte y aclare qué aspectos de este documento considera injustos.