'Elecciones, cambio climático y la conexión eléctrica con Marruecos'

Algeciras

Con las elecciones generales previstas en apenas dos días, me gustaría centrarme en lo poco relevante que ha sido entre los candidatos y los medios de comunicación uno de los problemas más significativos, y a la vez más graves amenazantes, de la comunidad internacional.

Me estoy refiriendo al cambio climático.

Creo que no es necesario recordar que este fenómeno de modificación de las pautas climáticas como consecuencia de la emisión de gases de efecto invernadero desde la Revolución Industrial es uno de los grandes desafíos de la humanidad y afecta seriamente a las condiciones de vida en el planeta.

Pero, además, la lucha contra el cambio climático va a transformar el modelo de desarrollo económico y las estructuras y modelos energéticos.

España no puede, ni debe, quedarse atrás en esta transformación, como ha venido ocurriendo habitualmente en todos los cambios y desarrollos económicos y tecnológicos.

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En mi opinión, cualquiera que sea el Gobierno que surja de las elecciones del próximo domingo, deberá preparar y orientar una profunda transformación del modelo económico y energético para tratar de situar a España en una posición competitiva ante los rápidos y profundos cambios que se avecinan.

Y desde la reflexión global, nos vamos al enfoque local: hace unos días nos hemos enterado por la asociación ecologista AGADEN que uno de los cables de la conexión eléctrica con Marruecos que cruzan el estrecho de Gibraltar se ha roto. Las administraciones han tardado más de seis meses en responder y reconocer que se han vertido sustancias contaminantes que afectan a los ecosistemas marinos y, en definitiva, a nuestras playas y a nuestros recursos.

Además, sabemos que a través de estas conexiones no exportamos electricidad a Marruecos, sino que desde la reciente apertura de una central térmica de carbón en Marruecos importamos electricidad producida de una forma altamente contaminante y sin cumplir los controles y la normativa europea de limitación de gases de efecto invernadero, pero, por supuesto, se trata de una electricidad muy barata para las compañías eléctricas españolas.

Si no actúa la administración española, como desafortunadamente, es previsible, habrá que confiar en la actuación de la Unión Europea.

Como decía al principio, el fenómeno del cambio climático es un problema especialmente grave y es necesario actuar con urgencia en todos los niveles, ya sea internacional, nacional o local.