"El 1 de Mayo"
El 1 de mayo de 1886, un grupo de trabajadores norteamericanos inició la reivindicación de una jornada laboral de ocho horas
Firma Juan Barreno "El 1 de Mayo"
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Algeciras
El 1 de mayo de 1886, un grupo de trabajadores norteamericanos de la ciudad de Chicago inició la reivindicación de una jornada laboral de ocho horas. La federación americana del trabajo pretendía hacer valer la idea de ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio y ocho horas de descanso. La jornada de huelga fue seguida por miles de trabajadores, la mayoría lograron su objetivo, pero sin embargo 340.000 no lo consiguieron y los días de huelga se prolongaron en las jornadas siguientes. Algunos de ellos fueron fusilados, otros ahorcados y otros condenados a cadena perpetua. En 1889 la Internacional Socialista reivindicó la jornada de 8 horas para todos los obreros del mundo y se estableció el 1º de mayo como el día internacional de los Trabajadores, que se celebra en todo el mundo, menos en Estados Unidos.
En 1978, tras la recuperación de la democracia, el 1 de mayo volvió a ser festivo en España y las manifestaciones por todo el país fueron muy numerosas y reivindicativas. Recuerdo la gran manifestación del 1º de mayo que discurrió por las calles de Algeciras. La situación probablemente lo justificaba ante las injusticias laborales que se producían, y la existencia de unos líderes sindicales dispuestos a dar la batalla por la causa.
Con el transcurso de los años estas manifestaciones han venido a menos, sin llegar ya a producirse en muchas ciudades, a pesar de que se siguen cometiendo injusticias laborales, como pueden ser los contratos basura por días o por horas, los bajos sueldos que se pagan, la mayor tasa de desempleo juvenil de Europa, el menor sueldo de las mujeres en relación con los hombres, la inexistencia de concursos en el sector público local, o el amañamiento de otros concursos para personas determinadas, etc., etc. Sin embargo, no vemos una actividad sindical que pueda estar preocupada por estas injusticias, salvo débiles protestas sin apenas repercusión, sino que vemos unos sindicatos acomodados y en una zona de confort de la que les cuesta trabajo salir si no es para pedir el voto cuando se aproximan elecciones sindicales, lo que nos ha llevado a que el día 1 de mayo, aunque siga siendo festivo, pase inadvertido para mucha gente, en vez de ser lo que debería seguir siendo, una jornada reivindicativa de los derechos de los trabajadores, que son muchos y que parecen no contar actualmente con la lucha que se merece.