El 'Verso Suelto' de Alberto Sabio

Zaragoza

Entre campaña y campaña electoral son tiempos cascabeleros. Aun cuando algunos políticos viven en este ambiente ruidoso de manera permanente presumo que doña Cayetana, la marquesa de Casafuerte, nos seguirá deleitando con episodios memorables desde su escaño en el Congreso de los Diputados. Pero dicen que los políticos son el reflejo de una sociedad, de tal manera que conozco también escritores cascabeleros que recomiendan su libro a sí mismos. Les encantan sus propios comentarios en las redes sociales y ponen el corazoncito pertinente, incluso provocan pequeños altercados o salidas de tono para que se hable más de ellos. Van con el sonajero siempre a cuestas, libro tras libro, pues los producen de forma estandarizada y a la misma velocidad que si fabricasen chorizos en serie. Por el contrario, conozco a otros escritores que esculpen con mimo cada palabra de sus novelas o ensayos, revisan sus textos hasta el perfeccionismo máximo y, claro, ello lleva su tiempo. Alejados del oropel hasta han renunciado a galardones literarios de prestigio, como el Premio de las Letras Aragonesas, un recuerdo para los no cascabeleros.