El centro y torre de control de Son Sant Joan lleva más de un mes sin técnicos e ingenieros de mantenimiento por las tardes, noches y festivos
El pasado 23 de febrero hubo retrasos en Son Sant Joan porque ningún técnico ni ingeniero estaba disponible para subsanar una incidencia que se produjo fuera de su horario laboral. Advierten que si eso ocurre en verano podría incluso tener que cerrar el aeropuerto
Palma
El centro y la torre de control del aeropuerto de Palma lleva más de un mes, desde el 29 de marzo, sin técnicos e ingenieros de mantenimiento por las tardes, noches y festivos.
Según hemos podido saber en la SER, los 45 trabajadores han dejado de cubrir las incidencias que surgen fuera de su jornada laboral. Eso se traduce en que ante un problema en un día con condiciones meteorológicas adversas, haya retrasos, cancelaciones y desvío de vuelos. El motivo es que en jornadas, por ejemplo con niebla, los aviones no pueden aterrizar ni despegar sin los equipos técnicos necesarios más allá de los controladores.
Esta división se encarga del mantenimiento de los sistemas de radar, comunicaciones y radio-ayudas que aseguran que las aeronaves vuelen de forma segura, fluida y ordenada por el espacio aéreo. Ya el pasado 23 de febrero hubo retrasos en Son Sant Joan por esta causa porque ningún técnico ni ingeniero estaba disponible para subsanar una incidencia que se produjo fuera de su horario laboral.
Esa misma situación, en verano, hubiera provocado una jornada de caos en el aeropuerto. Gaspar Mayor, uno de los trabajadores de la división de explotación técnica en el centro de control de Son Sant Joan, explica que "la carga de tráfico en verano es muy alta y la problemática se puede disparar". Añade que ENAIRE (el gestor de Navegación Aérea dependiente del Ministerio de Fomento) "está cruzando los dedos para que no pase nada, se está actuando de una forma irresponsable".
Toni Sureda, otro de los trabajadores afectados, asegura que en estos momentos "estamos a expensas de la suerte". Explica que en verano, ante el aumento del tráfico aéreo, cualquier incidencia crítica en los equipos de Navegación Aérea podría agravar la situación en cuanto a retrasos o cancelaciones. Toni Sureda habla incluso de que se tuviera que cerrar el aeropuerto en plena temporada alta.
Denuncian que sus condiciones laborales han ido empeorando con el paso del tiempo hasta el punto de que estar disponible les suponía ingresar entre 20 y 50 céntimos cada hora. Además, en caso de trabajar no se remuneran esas horas sino que se devuelven con días libres. Toda esta situación ya se la han trasladado a ENAIRE, el gestor de Navegación Aérea dependiente del Ministerio de Fomento y, de momento, no han obtenido respuesta. Dicen Mayor y Sureda que en Sevilla han tomado también la misma decisión y que en Canarias lo están estudiando.