Caso de maltrato animal en Barruelo de Santullán

Barruelo de Santullán

En esta ocasión no ha sido el veneno o los golpes los que han estado a punto de acabar con la vida de un gato indefenso. A estas causas se unen los disparos efectuados dentro del propio casco urbano de Barruelo de Santullán (Palencia) con un arma de aire comprimido. Los hechos ocurrieron el pasado 21 de abril y aunque en las “redes sociales” ya se difundió unos días después, la Asociación Ecologista La Braña no ha querido hacer público el hecho hasta haber interpuesto la pertinente denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Barruelo. El mencionado 21 de abril, una gata que deambulaba tranquilamente cerca del puente del Matadero, entre la Calle Baja del Río y la Alta, fue alcanzada con un disparo en la cabeza. El proyectil la entró por el maxilar derecho y se alojó en su maxilar izquierdo, provocándola una hemorragia que hubiera acabado con su vida de no ser por la acción de un vecino que lo puso en conocimiento de un colectivo de acogida de mascotas abandonadas. La gata fue trasladada a la Clínica Veterinaria de Cervera de Pisuerga el día 23, donde se procedió a realizarla las primeras curas.

Desgraciadamente, la gata estaba preñada y perdió sus crías. Dada la gravedad de su estado fue llevada hasta León donde un especialista la operó, extrayéndola el proyectil de la cabeza. Afortunadamente todo salió bien y la gata se recuperó tras diez días de cuidados. En estos momentos disfruta de una vida más tranquila en una vivienda donde ha sido acogida.

Tras conocer los hechos, la Asociación Ecologista La Braña ha interpuesto una denuncia en la mañana de ayer. Las fotografías aportadas por los vecinos y que pueden verse en las redes sociales, servirán a la Benemérita para identificar el lugar exacto y proceder a la búsqueda del sujeto que realizó el disparo. Asimismo, el proyectil conservado tras la operación es una pista esencial para dar con el mencionado individuo que, por otro lado, no estará muy lejos del lugar donde se encontró malherido al felino, al ser éstos muy territoriales y deambular por los mismos sitios de forma permanente. La carabina empleada es probable que sea del calibre 5,5.

La Braña insiste en la colaboración vecinal para identificar a los delincuentes que de forma casi permanente, envenenan a perros y gatos en pleno casco urbano desde hace más de dos años. Asimismo insisten en la implicación que debiera tener el consistorio para atajar estas acciones, y que a fecha de hoy, sigue siendo nula. Piden también a las personas que cuidan gatos callejeros, que administren a las hembras pastillas anticonceptivas para evitar la excesiva proliferación de gatos que se da en algunas partes de la villa minera. Son un medio barato, seguro y eficaz para controlar las colonias felinas.