El Partido

Soria

El Partido. Así, con mayúsculas. El duelo del próximo sábado, a las seis en Los Pajaritos es el encuentro más importante del Numancia en la época reciente. Lo dijimos ayer en la Tertulia. Sí, es cierto, lo fueron el año pasado, incluso en el play-off. Pero la situación clasificatoria, la inercia, el momento de la temporada… hacen que sea trascendental, no tanto por hacer algo bonito, como hace casi 12 meses, sino por pura supervivencia. Y es que más allá de cuentas, de variables, de resultados de otros equipos, de numerosos duelos directos entre equipos que también luchan por la permanencia, lo cierto es que ganar al Alcorcón este sábado es fundamental. Una victoria, lograr los tres puntos en juego, se antoja básico para dar un paso adelante importantísimo. Por eso, insisto, es El Partido.

Sin duda el punto logrado en Albacete este domingo es un pequeño paso, pero a la vez muy importante, que debe servir para reafirmar la fe del equipo, insuflar ánimos y dar un nuevo impulso en esta recta final, con cinco jornadas y cuatro finales para los rojillos. Arrancar ese puntito de un campo complicado como el invicto Carlos Belmonte, demostrando que este equipo sabe sufrir, que sabe defender y que puede mantener esa intensidad ante un rival como el Albacete, es una buena noticia. Alguno dirá que “de chiripa”, que porque Juan Carlos sacó un milagroso y ‘casillesco’ pie ante el remate de Tejero en el 87. Claro, pero no olvidemos cómo llegábamos al partido, muy tocados, a priori con pocas opciones de puntuar en tierras manchegas. Y sobre todo, con ese sambenito de encajar goles casi por costumbre en la recta final. Y es que, en esto del fútbol, hay un intangible, difícilmente controlable, que es esa inercia que cuando vas bien marcas goles en el descuento casi sin querer y que cuando vas mal, te los meten incluso sin tirar a puerta. Y, por cierto, que Tejero rozó el gol, sí, pero también lo hizo Higinio, tras una gran jugada individual, en un partido de muy pocos remates a puerta por parte de ambos conjuntos.

Debe ser, por tanto, un punto de inflexión esa igualada. El Numancia aún depende de sí mismo, más allá de los 3 puntos contra el Reus, con los que hay que contar hasta cierto punto, porque no hay que confiarse y conformarse con ellos. Hay que seguir sumando. Empezando por el sábado ante el Alcorcón, equipo ya virtualmente salvado, con 51, y con poco en juego, lo cual puede ser un arma de doble filo. Pero el Numancia debe creer, debe confiar. Pero no sólo el equipo, la grada también. Y la afición jugará un papel clave esta jornada. Medio partido se ganará desde fuera del campo.