Lo importante es ser persona

Albacete

Desde que una buena amiga me contó cómo se conocieron su madre y su suegra, aplico la moraleja a todo en mi vida. Una de derechas. La otra de izquierdas. “Mamá, te prohíbo que hables de política en la cena” le advirtió. Pues la primera en la frente. Pero como la empatía materna puede con todo, pese a estar en las antípodas ideológicas, ambas convinieron en un abrazo sincero de presentación que “lo importante es ser persona”

Pues lo mismo que a estas dos buenas mujeres les ocurre a los políticos. Se devoran en las ruedas de prensa, en los debates plenarios, en las comisiones municipales... Pero cuando se dejan la chaqueta de candidato, concejal o diputado colgada en la silla, son como usted y como yo.

Y prueba de ello fue el ambiente del que fuimos testigos en Los Invasores, el populoso y estratégico mercadillo de Albacete. Cada partido tiene allí su carpa, con sus bolis, sus mecheros, sus pulseritas de adhesión al candidato y sus folletos con el programa electoral. Todas en fila india, toldo con toldo, en una y otra acera. A pesar de ser de la tierra, Paco Nuñez jugaba como visitante, así que le tocó ir al campo rival a saludar. Especialmente divertido fue el encuentro en la sede ambulante del PSOE, que repartía claveles rojos y el programa de Emilio Sáez. Risas, abrazos y palmadas en la espalda entre ambos, al igual que entre el alcalde y candidato popular Manuel Serrano y el presidente socialista de la Diputación, Santiago Cabañero. “Vais bien, ¿o qué?” que se dice por aquí. Bromas y chistes varios. Era como el camarote de los Hermanos Marx, no cabía un alfiler:

- Toma un clavel, anda

- Porque me lo das tú

- El 27 almorzamos y que sea lo que Dios quiera

- Que gane el que tenga que ganar pero que la gente vea normalidad

- Emilio y yo nos hemos peleado 4 años en Fomento…el que perdía el debate pagaba el café..por eso ha pagao muchos…jajaja…¡¡Si es que sales con mucho Photoshop, Emilio!!

En la carpa de Ciudadanos, justo al lado, Nuñez se fundía en un abrazo con el candidato local, Vicente Casañ, pero con un trasfondo bien distinto:

- ¿Cómo estás, bien?

- Bien, cansaete pero bien, y tú

- Bien, pues sin parar, ya me conoces. Qué te voy a contar… No te sorprende eh…pero bueno, Y tú,¿ bien?

- Yo bien

- Me alegro

- Poquito a poco…

- Lo que te haga falta…de verdad…ya hablaremos

Y es que Casañ ha perdido recientemente a un hermano, víctima de un cáncer.

Saludados y abrazados todos, hemos recorrido el mercadillo con el candidato. Cuando me he subido el autobús me he sentido reconciliada con el mundo porque, en la pelea política o en la adversidad de la esfera privada, he visto que lo importante es ser persona.