Menudos cuerpos

Palencia

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de España las componen principalmente la Guardia Civil, la Policía Nacional, las Policías Autonómicas y las Policías Locales. De todas ellas, la Guardia Civil es la más longeva con diferencia y acaba de cumplir 175 años de existencia. Desde este balcón radiofónico les quiero felicitar en su cumpleaños y reconocer la enorme labor que realizan.

Muchas veces, cuando pensamos en cualquiera de estos cuerpos, nos los imaginamos en labores de control, de regulación o de sanción, lo que vemos, por lo general, de una manera negativa. También, para los que tenemos una cierta edad, permanece un vago recuerdo de cómo se comportaban en la época franquista, siendo el brazo ejecutor de la política del miedo que imponía el dictador. Pero desde la llegada de la Democracia a nuestro país, poco a poco, el carácter y las funciones de todos ellos han ido cambiando para integrarse plenamente en la sociedad civil. A mi modo de ver, su labor silenciosa es tan importante que son uno de los grandes pilares en los que se apoya el sistema constitucional que tenemos, su papel hace posible un desarrollo en paz y en orden de la vida cotidiana de los españoles.

Lo mismo ha ocurrido con las Fuerzas Armadas. Aquí, si cabe, con un cambio más radical, pasando de ser un poder fáctico de primer orden, que estuvo a punto de cambiar la historia democrática a principios de los años ochenta, a llevar a cabo su labor de defensa, así como labores de carácter social. Qué gran invento ha sido la U.M.E. o qué bien están valoradas las misiones humanitarias de nuestro ejército en el exterior, bajo el amparo de la ONU. Todas las actuaciones que desarrollan los distintos colectivos que he comentado son dignas de admiración.

En los últimos años, por culpa de una crisis económica brutal, como nunca se había conocido en España, la dotación de personal para los distintos cuerpos ha sido escasa o, en muchas ocasiones, nula. Lo que ha supuesto que paulatinamente haya habido un descenso considerable en el número de recursos humanos y, a la par, un envejecimiento enorme de las plantillas.

Especialmente grave ha sido lo que ha ocurrido con la Policía Local de Palencia. Durante muchos años, más de los que ha abarcado la crisis, apenas han existido convocatorias de oposiciones y las pocas que ha habido con un número escaso de plazas, que no lograban cubrir las bajas por jubilación o por el paso a segunda actividad al que tienen derecho al cumplir los sesenta años de edad.

Se ha publicado una convocatoria para cubrir cuarenta y siete plazas a lo largo de este año. Parece una gran cantidad, pero si se cumplen las peores expectativas, todavía no se alcanzarán los niveles óptimos que le corresponde a una ciudad como Palencia. Por eso, invito a la nueva corporación a que no demore, por ningún motivo la realización de las oposiciones, ya que correría un grave peligro la seguridad vial en nuestra capital, así como otras labores administrativas municipales y de carácter social que llevan a cabo. Además, les conmino a que, a lo largo de la legislatura, se llegue a una dotación similar a la del año 2000 que era de ciento veintiocho agentes.