Y de postre...mitin

Dosbarrios

Hoy hemos comido en casa del alcalde. Así, tal cual. En Dosbarrios, gobernada por el popular Francis Fernández, que ya no se presenta. Pues en su casa. Yo y otras doscientas personas por lo menos. “La comida mitin va a ser en una nave” nos dijeron horas antes. Yo, que no soy muy de pueblo, imaginaba una nave industrial. Nada que ver.

La comitiva que se agrupaba en torno a Paco Nuñez junto al cuartel de la Guardia Civil avanzaba por la calle y de pronto, llegados al número 5, se esfumaba ¿Pero dónde es la comida? Preguntábamos incrédulos viendo a los vecinos pasar a lo que, a todas luces, era un domicilio particular. ¿Pero es aquí de verdad? Comentábamos. Ahí era, si. Nada mas pasar, un cuadro con el escudo del pueblo en una pared. En la otra, un perchero con un bolso y una bufanda. De frente, la escalera. Y al fondo, ¡Carmen Riolobos! Vaya sorpresa. Tras atravesar un bonito patio de azulejo talaverano acabamos en una nave, efectivamente, la que nos habían dicho.

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Ya algunos vecinos habían tomado posiciones a uno y otro lado de largas mesas dispuestas a lo ancho del recinto que se abría al campo al fondo. Platos de jamón, queso, patatas fritas, tortilla, ensalada y frutos secos. No faltaba ni la sangría, bien fresquita. Allí que nos acomodamos como pudimos mientras algunos simpatizantes  pasaban bandejas “¿Queréis caldereta?” Los compañeros de EFE y Europa Press, que no descansan, dándole a la tecla y el resto pinchándoles tortilla para que fueran comiendo. Es lo que se llama trabajo en equipo. Reparto también de abanicos azules con el eslogan de campaña que, a esas horas y con el sol dándonos a través de una claraboya, nos parecían el mejor invento después de la rueda. “¡Que vienen los postres”! alerta otro de los vecinos. Y allí que pasaron bandejas con todo tipo de postres lácteos y cucharillas de plástico “¿No te quedará arroz con leche?” preguntaba risueña una periodista.

No habíamos acabado de repelar el fondo del yogur cuando la candidata local, Mari Carmen Portillo, irrumpía en nuestra sobremesa agradeciendo al pueblo el apoyo y pidiendo a todos sumar fuerzas. Junto a ella, Paco Nuñez que, de vez en cuando tenía que retirarse de la puerta por la que salían las viandas. El mitin fue lo de menos, créanme, pero varias veces escuché a los candidatos hablar de la familia del Partido Popular. Las comidas familiares son así y, por unas horas, fuimos sobrinos, hermanos y nietos de estas personas.